Santiago Palacios, mexicano goleador en Holanda

Santiago Palacios, mexicano goleador en Holanda

En un entrenamiento de Pumas, Ricardo Ferretti lo interrogó: “¿A dónde vas? Vas a jugar con nosotros, del lado de los azules. De contención, con Leandro. ¿O qué, te vas a cagar?” Y Santiago Palacios atinó a decir que no. Que ni se achicaba ni tenía miedo. Entró por Erick Vera, que se había lesionado, y jugó unos minutos al lado de Palencia, Pablo Barrera, Efraín Juárez y Darío Verón, en el interescuadras de suplentes y titulares.

Pero antes, Tuca le tenía un recado: “Ven, dame un abrazo”. Y durante éste le dijo al oído: “Te quiero mucho”. Santiago no supo qué contestar. Fue como un gol en verso y no pudo evitar conmoverse. Tenía apenas 18 años.

De ahí en más, el brasileño siguió pidiéndolo para entrenar con el primer equipo. Lo ponía como mediocampista, a pesar de ser delantero. Nunca salió a la banca ni logró debutar, pero hacía lo suyo con la categoría Sub 20.

Una vez que terminó la preparatoria, Santiago conoció a Memo Vázquez padre, entonces responsable de las fuerzas básicas, quien lo había visto figurar en el Ajax de Cuernavaca. Fue así como llegaron sus primeras pruebas en la cantera.

Al cabo de dos o tres semanas, Santiago Palacios ya jugaba en el torneo de la categoría, los domingos, a las nueve de la mañana, en el estadio de CU. Tuca, por entonces, ya tenía noticias suyas.

Me quedé con la espinita de debutar, pero fueron tiempos muy bellos”, refiere desde Holanda. “Por otro lado, tenía el sueño de jugar en Europa. En aquel verano ya había cumplido 20 y apareció la oportunidad de venir. Fue una decisión difícil, no voy a mentir, pero al final comprendí que debía despedirme de Pumas y empezar una nueva aventura con el De Treffers”.

Gran culpa tuvo el idioma para que los primeros días fueran tan difíciles. “Sólo podía comunicarme con señas y no entendía nada”. Además, Santiago sufrió dos lesiones graves que le impidieron ver acción. Primero se rompió el tobillo derecho, por el que estuvo fuera cuatro meses, y luego sufrió de pubitis, durante cierto tiempo.

Cuando se recuperó, acabó metiendo ocho goles en nueve partidos. Con eso, el De Treffers, un club semiprofesional de la Tercera División de Holanda, se mantuvo peleando en los primeros lugares.

Después de cuatro años, llevo 50 goles en la liga. Y en Copa he metido otros cuantos. Me han hecho sentir importante. Yo veo en Holanda la academia pura. Los equipos juveniles no tratan mucho de ganar, sino de jugar bien. Salir con balón controlado, tocar de primera. Si comete un error el portero por salir jugando, no lo crucifican como en otros países”.

Santiago, de padre mexicano y madre francesa, es el máximo anotador, con 27 goles, de la temporada actual en la Topklasse, con nueve tantos de ventaja sobre el segundo lugar. Por eso, el deseo del De Treffers es renovar su contrato, antes de terminar este año, aunque la respuesta pinte para ser negativa.

Ellos saben que mi prioridad es pasar a un equipo de Primera o Segunda División. Se han acercado clubes como el De Graafschap y RKC Waalwijk, que representan una mayor vitrina, estadios más grandes y además televisan sus partidos. Por eso creo que mi futuro puede estar ahí”, señala.

Mientras estuvo en Pumas, el francomexicano no recibió ningún llamado a la Selección Nacional. Es algo que, sin embargo, entiende, “porque para eso se tienen que dar varios pasos. El primero es, sin duda, jugar en la Primera División. Y entonces demostrar que tengo calidad para llegar a ese nivel”.

Santiago vive en la ciudad de Arnhem, donde tiene su estadio el Vitesse, aquel equipo en el que Ulises Dávila jugó algunos años. No obstante, a pesar de la cercanía, ni con él ni con Andrés Guardado ha tenido contacto: “No lo conozco en persona y me da pena hablarles”.

De vez en cuando, por internet, el joven delantero de 24 años ve los partidos de Pumas. No se olvida de los amigos como Luis Quintana y José Antonio García “ni de lo grandiosa que es la cantera”. Sabe que Tuca Ferretti sigue dirigiendo, por eso todo le vuelve a dar vueltas.

Vía: Adrenalina360.

Comentarios