Hasta ahora la cifra confirmada de muertos es de cinco mil 57 y la de heridos 10 mil 915, mientras el número de desplazados internos se situó en más de 450 mil personas, según el más reciente recuento ofrecidos por el Ministerio del Interior.
Sin embargo, “la cifra de muertos podría aumentar a 10 mil ya que aún debe llegar información de localidades remotas afectadas por el terremoto”, dijo Koirala en una entrevista.
Ello sin contar que las constantes réplicas que han remecido al país asiático donde este martes unas 250 personas fueron reportadas como desaparecidas tras una nueva avalancha que impactó una localidad del distrito de Rasuwa, una popular zona de montañismo situada al norte de la capital Katmandú.
Según el gobernador distrital Uddhav Bhattarai, turistas extranjeros podrían estar entre los desaparecidos por la avalancha que golpeó el martes a la aldea de Ghodatabela.
“Esta área se encuentra en un parque natural que es popular entre los turistas. Estamos tratando de rescatarlos, pero el mal clima y la lluvia están obstaculizando los esfuerzos”, dijo Bhattarai a la agencia Reuters.
En Katmandú, capital del país, jóvenes y familiares de víctimas cavan entre las ruinas de edificaciones destruidas debido a la lenta acción de las autoridades.
“Esperar por ayuda es más tortuoso que hacerlo nosotros mismos”, dijo Pradip Subba, un habitante que buscaba los cuerpos de su hermano y cuñada en los escombros de la torre Dharahara de Katmandú, un minarete del siglo XIX que se derrumbó con el terremoto.
El primer ministro afirmó que todos los recursos públicos y privados del país están movilizados para ayudar a los damnificados por el sismo.
“La primera responsabilidad del gobierno es mantener a la gente segura”, aseguró Koirala, aunque reconoció que los recursos son limitados y los están movilizando lo mejor posible.
“Estamos intentando hacer lo necesario aunque hay muchos fallos mientras lo hacemos”, reconoció.
Tras prometer que se repararán las infraestructuras afectadas, agradeció el apoyo de países cercanos como la India, China, Bután, Sri Lanka y Pakistán.
También expresó su agradecimiento a más de una quincena de países, a las Naciones Unidas, el Banco Mundial y otros organismos internacionales que ya anunciaron su apoyo a Nepal.
Según Naciones Unidas, ocho millones de personas resultaron afectados por el terremoto y 1.4 millones necesitan apoyo alimentario urgente y 1.3 millones de niños están en situación “extremadamente vulnerable”.
Desde Ginebra, la Agencia de Coordinación Humanitaria (OCHA) de la ONU, señaló que según las estimaciones iniciales y el más reciente mapa de intensidad sísmica, ocho millones de personas residentes en 39 distritos se han visto afectadas y dos millones de éstas viven en los 11 distritos más dañados.
Jens Laerke, portavoz de OCHA, dijo que el aeropuerto está congestionado y que han tenido que regresar aviones debido al tráfico y la situación precaria que se vive en la zona afectada.
Informó que la titular de OCHA, Valerie Amos, destinó 15 millones de dólares a través del Fondo Central para Emergencias (CERF) para permitir a organizaciones de ayuda humanitaria ampliar las operaciones y brindar asistencia inmediata a las personas en necesidad desesperada.
Señaló que en respuesta a la solicitud del gobierno, a partir de este martes su oficina estará a cargo de la coordinación y distribución de ayuda humanitaria para evitar una situación caótica en el aeropuerto y distribuir la ayuda de manera eficaz.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) indicó que llevará asistencia a 1.4 millones de personas con necesidad urgente de alimento. Dicha operación permitirá, dijo, llevar alimentos a los sobrevivientes durante tres meses.
Christophe Boulierac, portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), subrayó que en este tipo de catástrofes los niños son los más vulnerables.
En este caso las prioridades, señaló, son ofrecerles tratamiento médico y psicológico, así como la construcción de refugios y posteriormente construir escuelas temporales para que puedan regresar a estudiar lo más pronto posible.
La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, por sus siglas en inglés) de la India, una de las primeras organizaciones extranjeras que llegó a Nepal para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate, afirmó que la localización de sobrevivientes y cadáveres tomará tiempo.
O.P.Singh, director general de la NDRF dijo que el equipo pesado podría quedar bloqueado en muchas de las calles estrechas de Katmandú.
Mientras tanto, centenares de personas en todo Nepal durmieron a la intemperie nuevamente en calles y parques o bajo tiendas de campaña improvisadas.
Los hospitales están saturados, mientras que el agua, los alimentos y la energía escasean.
Vía: Proceso.
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