Las pretensiones de diferentes frentes por tratar de controlar a uno de los países más pobres de Medio Oriente van en crecimiento con la intervención de las grandes potencias militares del mundo. Tanto el presidente como el Primer Ministro del país cedieron ante la presión ejercida por los grupos de rebeldes insurgentes hutíes, mismos quienes han provocado una oleada de sangrientos ataques en el distrito gubernamental de Saná, lo que finalmente resultó en la salida de ambos jefes de Estado.
El país prácticamente se aproxima a un colapso total, primeramente las instituciones gubernamentales están detenidas y por demás destruidas, el sistema judicial se encuentra desintegrado además de que la policía está mayormente escondida debido a los constantes ataques y agresiones de la que es víctima, el país se encuentra sumido en un estado anárquico y caótico del que difícilmente se podrá recuperar por sí mismo.
El problema que inició con los grupos hutíes se presentó debido a que estos se opusieron a un proyecto donde se instauraría una nueva constitución la cual contemplaba la división federal del país, lo cual tendría como consecuencia para estos grupos el perder su salida al mar. Por razones aún desconocidas las pretensiones del grupo rebelde crecieron desmesuradamente y comenzaron a exigir cierto dominio sobre el territorio yemení.
El conflicto se ha configurado como un tema central en la agenda internacional de diversos países, encontramos que Arabia Saudita encabeza una coalición de países árabes mismos que han bombardeado posiciones rebeldes, por otro lado encontramos que Irán apoya incondicionalmente a los rebeldes hutíes lo que les ha permitido acrecentar su presencia desde el norte del país hacia el sur del mismo, sin embargo el panorama actual nos hace pensar que la crisis yemení es sólo un pretexto más para que diferentes países de la región demuestren su poderío y liderazgo.
Debemos tener presente que Arabia Saudita posee grandes y muy peligrosos aliados militares como Estados Unidos, Inglaterra, Turquía y Pakistán mismos quienes en diferentes momentos han sostenido rencillas diplomáticas y militares con Irán quien apoya a los rebeldes, asimismo debemos considerar que Irán tiene un aliado muy poderoso y que ha provocado innumerables dolores de cabeza a los aliados de occidente, hablamos de Rusia quien ya ha condenado los diversos ataques perpetrados por Arabia y sus aliados.
El conflicto internacional tiene todos los ingredientes para desatar una crisis de proporciones preocupantes que sin duda sumirán a Yemen en un rezago social, político y económico mismos que terminarán por impulsar el colapso de este país del sur de la Península Arábiga.
El país prácticamente se aproxima a un colapso total, primeramente las instituciones gubernamentales están detenidas y por demás destruidas, el sistema judicial se encuentra desintegrado además de que la policía está mayormente escondida debido a los constantes ataques y agresiones de la que es víctima, el país se encuentra sumido en un estado anárquico y caótico del que difícilmente se podrá recuperar por sí mismo.
El problema que inició con los grupos hutíes se presentó debido a que estos se opusieron a un proyecto donde se instauraría una nueva constitución la cual contemplaba la división federal del país, lo cual tendría como consecuencia para estos grupos el perder su salida al mar. Por razones aún desconocidas las pretensiones del grupo rebelde crecieron desmesuradamente y comenzaron a exigir cierto dominio sobre el territorio yemení.
El conflicto se ha configurado como un tema central en la agenda internacional de diversos países, encontramos que Arabia Saudita encabeza una coalición de países árabes mismos que han bombardeado posiciones rebeldes, por otro lado encontramos que Irán apoya incondicionalmente a los rebeldes hutíes lo que les ha permitido acrecentar su presencia desde el norte del país hacia el sur del mismo, sin embargo el panorama actual nos hace pensar que la crisis yemení es sólo un pretexto más para que diferentes países de la región demuestren su poderío y liderazgo.
Debemos tener presente que Arabia Saudita posee grandes y muy peligrosos aliados militares como Estados Unidos, Inglaterra, Turquía y Pakistán mismos quienes en diferentes momentos han sostenido rencillas diplomáticas y militares con Irán quien apoya a los rebeldes, asimismo debemos considerar que Irán tiene un aliado muy poderoso y que ha provocado innumerables dolores de cabeza a los aliados de occidente, hablamos de Rusia quien ya ha condenado los diversos ataques perpetrados por Arabia y sus aliados.
El conflicto internacional tiene todos los ingredientes para desatar una crisis de proporciones preocupantes que sin duda sumirán a Yemen en un rezago social, político y económico mismos que terminarán por impulsar el colapso de este país del sur de la Península Arábiga.
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