Entre las victorias más destacadas está la de la opositora Soledad Chapetón, de la centroderechista Unidad Nacional (UN), que se impuso en la alcaldía de El Alto, vecina ciudad a La Paz, considerada el bastión electoral del presidente boliviano. Chapetón, una educadora de raíces aymaras, logró 55 por ciento contra 28 por ciento de Edgar Patana, del MAS, según una encuesta de la empresa Ipsos.
También La Paz, sede del gobierno central, seguirá bajo control de la oposición por el triunfo de Luis Revilla, de la agrupación política Sol.bo, conformada por ex militantes del izquierdista Movimiento Sin Miedo (MSM) que perdió su personería jurídica en las elecciones nacionales de octubre de 2014. Revilla consiguió 60.7 por ciento contra 36.7 del oficialista Guillermo Mendoza.
El MAS sufrió asimismo una dura derrota en la gobernación de La Paz donde el ex ministro de Educación, Félix Patzi, un indígena aymara disidente del partido de Morales, logró 52 por ciento de los sufragios frente a 29 por ciento de la candidato oficialista Felipa Huanca. En el último mes, Huanca estuvo bajo investigación por sospechas de beneficiarse de un fondo indígena.
Otras dos victorias opositoras fueron en las gobernaciones de Santa Cruz, con el conservador partido Unidad Demócrata Social (UDS) con 59.9 por ciento y en Tarija con el partido Unidad Departamental Autonomista (UDA) con 47.4 por ciento. Pero el MAS ganó en las gobernaciones de Pando (66.3 por ciento), Beni (38.4), Chuquisaca (45.6), Potosí (57.1), Oruro (55) y Cochabamba (60.1).
En cuanto a ciudades principales, Cochabamba, en el centro de Bolivia, pasará del MAS a manos del opositor derechista José María Leyes, de la alianza Demócratas. La alcaldía de Santa Cruz, la más poblada del país, seguirá bajo control opositor, así como Tarija y Oruro. A su vez, el MAS triunfó en las ciudades de Potosí, Trinidad y Cobija.
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia brindará los cómputos oficiales y finales hasta dentro de una semana, en unos comicios en los que seis millones de bolivianos fueron convocados para elegir a nueve gobernadores y más de 4 mil autoridades regionales y municipales.
Proyecciones previas vaticinaban que el gobernante MAS podría perder importantes plazas en las regiones más importantes del país, a seis meses de que el presidente Evo Morales obtuvo un tercer mandato consecutivo con 61 por ciento de los votos.
Disputas internas, denuncias de corrupción y malas gestiones han debilitado la imagen del partido de mandatario, que durante una década ha mantenido su hegemonía política en alcaldías y gobernaciones.
Vía: La Jornada.
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