Estos dos hechos aparentemente heterogéneos tienen hoy un fuerte impacto en el mercado siderúrgico mundial.
Dado que el crecimiento industrial está en su nivel más bajo desde 1991, el acero que China no destina a su mercado interno es exportado al mundo.
Desde Estados Unidos a la Unión Europea y Corea del Sur este exceso de oferta china está generando serios problemas.
En Estados Unidos, segundo consumidor mundial de acero, las principales siderúrgicas comparecerán ante el Congreso este mes para pedir más aranceles.
En América Latina, según Alacero (Asociación Latinoamericana del Acero), las importaciones de acero chino crecieron un 75% este año.
Rafael Rubio, presidente de Alacero, indicó a BBC Mundo que esta situación está desequilibrando el mercado.
"Hay un exceso de producción respecto al consumo mundial. China es el principal responsable porque está compitiendo con precios artificiales para colocar la producción que no usa a nivel doméstico", señaló Rubio.
Mucha oferta, poca demanda
Con un crecimiento global proyectado del 3,5%, la demanda de acero no está en su momento más rutilante: en 2014 creció apenas un 2%.
El desfase entre esta demanda mundial en baja y el aumento de las exportaciones chinas es claro.
En enero de este año las exportaciones del gigante asiático crecieron un 63% en comparación con el mismo mes de 2014, y se encaminan a superar las 82 millones de toneladas despachadas el año pasado, la mayor cantidad de acero exportada por un país en este siglo XXI.
Si a esto se le suma que en China la demanda del acero creció un 1% en 2014 –la mitad del promedio mundial- y solo aumentará un 0,8% este año, se ve que la siderurgia china cuenta con un fuerte excedente que necesita ubicar para evitar cierres de fábricas y desempleo.
¿Dumping o proteccionismo?
Las reglas del comercio mundial impiden que se venda por debajo del costo de producción para ganar nuevas porciones del mercado, práctica calificada de "dumping".
En China niegan que haya dumping y apuntan al resto del mundo.
La estatal Asociación del Hierro y el Acero de China señala que las acusaciones de prácticas desleales en su contra son un proteccionismo encubierto para ocultar la propia ineficiencia productiva.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) es la encargada de dirimir este tipo de diferencias.
La OMC analiza si los precios de un producto en el mercado interno son mayores que los de venta en el exterior (dumping) y si hay un daño concreto para la industria afectada de la parte que presenta la queja.
En la actualidad hay 12 demandas en curso de América Latina contra China por el precio del acero.
En 2014 la Hyundai Steel y la Dongkuk Steel de Corea del Sur solicitaron a la OMC un aumento de aranceles del acero chino de entre un 18 y un 33%.
"El problema es que se trata de un proceso lento que lleva entre 12 y 18 meses y mientras tanto hay un daño muchas veces irreparable para muchas empresas", indicó Rubio a BBC mundo.
Disparen contra China
Junto a Nucor y otras grandes siderúrgicas de Estados Unidos, U.S. Steel está buscando mayor apoyo gubernamental porque considera que las pruebas exigidas por la OMC para demostrar un daño son muy costosas.
"Tenemos que sangrar antes de conseguir un alivio", señaló a la prensa estadounidense Debbie Shon, vicepresidenta de comercio internacional de U.S. Steel Corp.
De la misma forma, a mediados de marzo, los líderes de la industria siderúrgica de Europa se reunieron con la comisaria de comercio de la UE, Cecilia Malmström, para pedir una imposición de aranceles.
Mientras tanto en América Latina la cotización de la chilena Compañía de Aceros del Pacífico CAP cayó de casi US$5 mil millones a US$656 millones, y la empresa debió desmentir rumores de un cierre.
China ha encontrado inesperados aliados en este debate.
En una carta al Wall Street Journal los profesores de economía del estadounidense Study for Free Market Capitalism, Donad J. Bourdreaux, Nelson y Martha Getchell, señalaron que el problema era que las siderúrgicas no podían competir.
"Las siderúrgicas de Estados Unidos quieren forzar al gobierno a que sus consumidores terminen pagando más por el acero. Estas compañías hacen lo que dicen que China está haciendo. Están gastando fortunas para persuadir al gobierno a que ponga trabas proteccionistas para ampliar su cuota de mercado. Es absurdo", señalaron los académicos.
Cadena de Valor
En Alacero opinan que el problema va mucho más allá de lo sectorial porque el acero forma parte de una cadena de valor que se expande por otras partes de la economía por la incidencia que tiene su precio en una serie de productos.
"En los últimos cinco años, China ha aumentado su presencia en esta cadena de valor del acero que incluye a productos con alto contenido de acero como motores, refrigeradores, herramientas, lavadoras y vehículos", señala Rubio.
"Si uno analiza la exportación de manufacturas chinas con alto componente de acero, el problema es más grave porque no es un problema sectorial de la siderurgia sino que hay un desequilibrio mucho más amplio en el comercio que afecta a amplios sectores industriales de la región", agrega.
Según los datos de Alacero esta cadena de valor registró en 2014 un déficit comercial con China de US$24.800 millones, una profundización de la brecha del 26% respecto a los niveles de 2013 y 2014.
En una América Latina que tiene una vieja pelea para despegar de su rol histórico de mero proveedor de materias primas este desequilibrio con uno de los grandes consumidores del mundo es uno de los retos que deberá enfrentar.
¿Guerra comercial o acuerdo político?
En mayo una reunión de la OECD (Organización Económica para la Cooperación y Desarrollo) analizará el tema del acero en el marco de un comité especial en el que participa China a pesar de no ser miembro de la organización.
Es un tema que ha estado en la agenda en los últimos dos años.
Dada la actual crispación del mercado, muchos ven a la OECD como una alternativa a los lineamientos más rígidos de la OMC.
Según Rafael Rubio el trabajo técnico de la comisión está hecho: ahora se necesita un acuerdo político.
"La actual situación es un tormenta perfecta que convendría detener ya. Necesitamos un acuerdo con China", asegura.
"No se trata simplemente de medir la sobrecapacidad de producción de un país y ya está. Hay que llevar el diálogo a un nivel político. Si se logra hacer esto, entonces sí tendremos un avance", señaló a BBC Mundo el presidente de Alacero.
Vía: BBC Mundo.
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