"Los más de dos mil 100 millones de pesos fueron un negocio para la delincuencia organizada, porque fueron operaciones que se llevaron a cabo y no se pudieron reclamar como posibles fraudes", indicó.
Dicho monto es la diferencia entre los cinco mil 165 millones de pesos reclamados por los tarjetahabientes de crédito y débito afectados y los 3,064 millones de pesos abonados por la banca, explicó Di Costanzo en conferencia de prensa para dar a conocer la Evolución de las Reclamaciones Imputables a un Posible Fraude.
En la conferencia, exhortó a las instituciones bancarias a poner mayor cuidado y seguridad en las operaciones financieras a favor de los usuarios.
El presidente de Condusef llamó a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) para que soliciten una identificación oficial a quienes presenten, como manera de pago, una tarjeta de débito o crédito, con el objetivo de tener la seguridad de que quien realiza el pago es el titular del plástico. Sin embargo, indicó que es un trabajo de equipo entre los bancos y los tarjetahabientes.
Precisó que las reclamaciones imputables a un posible fraude disminuyeron 2.0 por ciento en 2014 respecto a 2013, ya que durante el año pasado se registraron cuatro millones 370 mil 570, contra cuatro millones 334 mil 206 del año previo, es decir, 58 mil menos.
Desde el año 2011, reveló, tres bancos registran incrementos anuales en sus reclamos: Santander, que en 2014 registró 20 por ciento más contra 2013, al sumar 68 mil 263 quejas; seguido de Banorte con 10 por ciento al hacer un total de 38 mil 751 y en tercer lugar, Inbursa con 2.0 por ciento más al sumar 10 mil 580 quejas.
No obstante, aclaró que Scotiabank tiene el tercer lugar en reclamaciones imputables a un fraude con 19 mil 413.
Por el contrario, los reclamos de HSBC, Banamex, y Bancomer, disminuyeron en el último año, de forma que esos seis bancos, junto con Inbursa, sumaron durante el año pasado dos millones 633 mil 515 por ese tipo de reclamaciones.
En cuanto a la evolución de las reclamaciones imputables a un posible fraude por producto financiero, el presidente del organismo precisó que durante el año pasado la tarjeta de crédito registró una disminución de 12 por ciento al sumar un millón 782 mil 668 quejas.
Mientras que en la tarjeta de débito se registró un aumento de 17 por ciento con 971 mil 268; en depósitos a la vista un alza de 45 por ciento con 125 mil 1997; en tarjeta prepagada un incremento de 108 por ciento con nueve mil 330 quejas y finalmente en depósito a plazo, un aumento de 144 por ciento con un total de mil 430 quejas.
En total se registraron dos millones 890 mil 693 reclamaciones por este concepto, lo que implica una disminución de 2.0 por ciento, comparado con 2013, cuando el número fue de dos millones 949 mil 49.
En general, las reclamaciones imputables a un posible fraude financiero por peso relativo, fue de 65 por ciento en tarjetas de crédito, contra 35 por ciento de las de débito, aunque el presidente de la Condusef destacó que la tarjeta de débito reportó 140 mil reclamaciones más que las registradas en 2013.
En cifras generales, apuntó, en el caso de la tarjeta de crédito las reclamaciones imputables a un posible fraude revelan que durante 2014, el monto total reclamado por los usuarios sumó tres mil 565 millones de pesos lo que implica 165 millones de pesos más (incremento de 5.0 por ciento) que lo reportado en 2013.
Sin embargo, el monto total abonado de esa cantidad por parte de las instituciones bancarias fue de únicamente dos mil 285 millones de pesos, equivalentes a 64 por ciento del monto total reclamado; ocho puntos por debajo de los reportados en 2013.
Mario Di Costanzo afirmó que de cada 100 reclamaciones fraudulentas, 82 se resolvieron a favor del usuario y el tiempo de respuesta de 12 días hábiles en promedio.
Por canal transaccional, indicó que los posibles fraudes a través de la Terminal Punto de Venta aumentó 68 por ciento, seguido por los pagos sin presencia física de la tarjeta, es decir, en comercio por internet, teléfono y banca móvil con 31 por ciento; mientras que en tercer lugar se encuentran los cajeros automáticos con 2.0 por ciento.
El funcionario federal explicó que desde 2011 los reclamos en Terminal Punto de Venta disminuyeron, ya que de 2013 a 2014, se registraron 250 mil menos; en cuanto a los cajeros automáticos aseguró que los reclamos tienden a desaparecer, ya que su participación es de sólo 2.0 por ciento.
En contraparte, durante el año pasado, el canal sin presencia física de la tarjeta registró 17 mil reclamos más respecto al año 2013, debido al incremento en este tipo de operaciones.
En cuanto a las instituciones bancarias con mayor incremento en las reclamaciones imputables a un posible fraude, Mario Di Costanzo expuso que en primer lugar se encuentra Santander con 23 mil 10, lo que implica un incremento de 9.0 por ciento durante el año pasado. Le sigue Banco Azteca con 13 mil 753 quejas lo que significa un aumento de 32 por ciento; y en tercer lugar se encuentra Banorte con 8 mil 447 reclamaciones, lo que implica un alza de 9.0 por ciento.
En contraste, los bancos con mayor baja en el número de este tipo de quejas está encabezado por HSBC con 6.0 por ciento menos, Banamex con 14 por ciento y Bancomer con 29 por ciento menos.
Por lo que corresponde a la tarjeta de débito, el presidente de la Condusef añadió que en cifras generales durante 2014, el monto total reclamado por los usuarios por reclamaciones imputables a un posible fraude mil 600 millones de pesos.
De esta cantidad, el monto total abonado por las instituciones financieras sumó 779 millones de pesos, equivalentes a 49 por ciento del monto total reclamado, es decir 11 puntos menos que lo reportado en 2013.
Vía: Televisa.
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