En la declaración “Alto inmediato a la matanza de estudiantes: Paz, justicia y democracia para México”, la organización que tiene su sede en Nueva York, expresó su solidaridad con los “dolientes pero valientes padres” de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y con los millones de estudiantes y ciudadanos que exigen justicia no sólo por la desaparición de los 43 normalistas, sino por las miles de desapariciones en México. Apoyan la demanda de los manifestantes mexicanos por una investigación internacional independiente sobre estos hechos.
En el documento firmado también por el periodista y dramaturgo Ariel Dorfman, entre más de 750 personas que lo suscribieron, se señala que lo de Ayotzinapa o la matanza de 22 jóvenes en Tlatlaya son “crímenes de lesa humanidad”que “tristemente son la regla y no la excepción en México”.
“La guerra del narcotráfico, una batalla entre cárteles rivales, usualmente vinculados con diferentes grupos de las autoridades locales, estatales y federales ha brindado una excusa para la renovación de la guerra sucia de la década de 1970, cuando el gobierno mexicano llevó a cabo una gran cantidad de asesinatos y desapariciones forzadas con la intención de parar las crecientes protestas y movimientos guerrilleros. Los asesinatos perpetrados por el Estado y las desapariciones continuaron en menor número durante las décadas que siguieron pero han aumentado drásticamente desde 2006 y aún más desde que Enrique Peña Nieto se hizo presidente en 2012”, agregó la Campaña por la Paz y la Democracia, organización fundada en 1982.
Expuso: “los crecientes actos de represión están ligados sólo parcialmente a la guerra del narcotráfico. En realidad, están íntimamente ligados a los esfuerzos para eliminar la resistencia a la continua ofensiva neoliberal en México. Esta ofensiva es promovida por intereses empresariales y los gobiernos de México, Canadá y Estados Unidos”.
En la declaración que con sus firmas fue enviada al presidente Enrique Peña Nieto, al procurador general Jesús Murillo Karam, al mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, al secretario de Estado, John Kerry, y al primer ministro canadiense Stephen Harper, se indicó que “los cambios recientes en la Constitución mexicana prometen acelerar la expropiación de las comunidades rurales al permitir la privatización del petróleo y otros recursos naturales”.
“Debemos crear conciencia sobre la lucha continua y las violaciones de derechos humanos en México. Su lucha es nuestra lucha. ¡Todos somos Ayotzinapa!”, concluyó la declaración
El texto en español se encuentra en http://www.cpdweb.org/events/Mexico2014-esp.shtml
Vía: La Jornada.
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