Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en California, asegura que sí, gracias a un nuevo material que desarrollaron para colocar en el tejado, que tiene la capacidad de reflejar hasta un 97% de la luz visible.
Pero, además, funciona como un radiador térmico, impidiendo que el edificio se caliente con la luz del sol y despidiendo el calor hacia el espacio.
Cuando el espejo se calienta, despide el calor como radiación infrarroja.
Esta radiación viaja a una mayor longitud de onda que la luz visible y atraviesa fácilmente la atmósfera hasta llegar al espacio.
Los investigadores creen que este tapiz enfriador parecido a una suerte de espejo podría reducir la cantidad de energía empleada para mantener el ambiente fresco o, incluso, hacer completamente innecesario el uso del aire acondicionado.
"Si cubres partes significativas del techo con este espejo verás cuánta electricidad puedes ahorrar", explica Shanhui Fan, experto en fotónica de la Universidad de Stanford, y autor principal del estudio.
Múltiples capas
Este espejo, que se dio a conocer esta semana en la revista Nature, está formado for varias capas de materiales muy finos y tiene un grosor de 1,8 micras (una micra equivale a una milésima de milímetro).
La primera capa es de plata, a ésta se le superponen otras de dióxido de silicio y óxido de hafnio.
Estas capas mejoran la capacidad de reflejar del material y transforman al espejo en un radiador.
Según sus creadores, la estructura del material les permite a los rayos infrarrojos salir directamente hacia el espacio sin recalentar el espacio alrededor del edificio.
"Podemos usar la fría oscuridad del Universo como un recurso termodinámico renovable, incluso durante las horas más calientes del día", dicen los investigadores en la revista Nature.
Cuando cubrieron el techo de un edificio con este prototipo, se logró reducir la temperatura interior en el establecimiento en 5ºC.
Instalar el espejo puede tener un costo de entre US$20 y US$70 por metro cuadrado, dicen los científicos.
El revestimiento sirve para enfriar edificios -o cualquier otro objeto, por ejemplo- al evitar que se recaliente por el calor del sol.
Sin embargo, no sirve para eliminar el calor que se genera de por sí dentro del edificio.
Para ello, los científicos creen que se podría usar el espejo para enfriar agua u otro fluido, que luego podría hacerse circular por dentro del edificio.
Calentamiento global
¿Pero, tiene este material algún potencial para reducir el calentamiento global?
Fan descarta completamente esta idea.
"Los tejados son sólo una porción muy pequeña de la superficie de la Tierra, por eso no creo que esto pueda convertirse en una solución de geoingeniería", explica.
"Nuestra contribución en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero es sencillamente reducir el consumo de electricidad".
Vía: BBC Mundo.
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