Desde hace 14 años, Científicos de la UNAM, del Politécnico y Arqueólogos del INAH, unieron conocimientos y ciencia para realizar una de las exploraciones más importantes a las entrañas de la pirámide de Quetzalcoatl.
Por accidente se localizó en el 2003, un oquedad de sólo 83 centímetros de diámetro frente a la pirámide.
Sergio Gómez, Arqueólogo Proyecto Tlalocan: "Logré descender 13 metros de profundidad, al lograr bajar realmente no sabía a lo que nos estábamos enfrentando."
Fue entonces cuando emprendieron una de las exploraciones más sorprendentes de los últimos años.
Tardaron más de 2 años en planearlo, porque se requería de la mejor tecnología y el conocimiento arqueológico.
Primero se utilizó un georadar con el que se pudo determinar que el túnel localizado frente a la pirámide de Quetzalcoatl mide aproximadamente 100 metros de longitud.
En los primeros 76 metros tiene 15 metros de profundidad, luego es más profundo unos 18 metros.
Se buscaron los robots que se usan para explorar en las pirámides de Egipto, científicos del Politécnico los tienen.
Se han usado dos, el Tlaloque I, que captó las primeras imágenes, reveló que en el conducto había esculturas o rocas talladas de grandes dimensiones, que los mismos Teotihuacanos pusieron ahí entre el año 200 y 250 ac, para cerrar el acceso.
En el 2013 se empleo el Tlaloc II, con el control y las cámaras operadas sin cables ni extensiones, mide 40 centímetros con sus brazos extendidos.
Se han removido hasta el momento cerca de 970 toneladas de tierra y piedra, para que pudieran entrar los Arqueólogos.
Los hallazgos en este camino bajo la tierra son sorprendentes.
"Durante seis temporadas de trabajo y casi 5 años y medio de trabajo continuo hemos recuperado más de 50 mil objetos, valiosísimos en términos económicos y también simbólicos", agregó Sergio Gómez.
Van 50 mil objetos y conforme han avanzado en la exploración del túnel sigue la aparición de más figurillas y ofrendas, piezas más o menos completas que representan a la deidad Tlaloc.
Hay placas de pizarra de alrededor de 4 o 5 mil años, piedras verdes, algunas fueron analizadas como jadeitas serpentina.
La hipótesis que no se ha comprobado, por el momento es si efectivamente los Teotihuacanos dejaron los restos de sus gobernantes en este espacio que es el más sagrado, por ser el inframundo, se podrá comprobar en las tres cámaras que existen al final del túnel.
"Son tres cámaras donde prevemos que debe de encontrarse algunas depósitos mucho mas importantes", dijo Sergio Gómez.
Los trabajos siguen.
Se trata de uno de los principales hallazgos del siglo XXI, en la Ciudad de los Dioses
Vía: Televisa.
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