Jordi Pujol fue presidente de una región de España durante 23 años.
Lo acaba de pagar un político español con un gran “pedigrí”: Jordi Pujol, expresidente de Cataluña (algo así como un gobernador de un Estado de México). Su caída fue precipitada por un periódico (El Mundo) a primeros de mes, cuando informaba de la existencia de una cuenta en un paraíso fiscal por valor de 3.7 millones de euros (64 millones, 832 mil 619 pesos).
Pujol nació en 1930 y, durante 23 años (1980-2003) desempeñó el cargo de presidente de los catalanes. Fue el fundador de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), el partido que está empeñado en conseguir que esta región sea independiente de España. Fue una figura de gran calado y exponente del buen hacer para su región, así como el referente político por excelencia para sus seguidores, además del padre de la moderna política catalanista.
Padre de siete hijos, antes de este descubrimiento, varios de ellos ya estaban siendo investigados por presunto fraude fiscal, y no muy buenas prácticas empresariales, pues había demasiadas sospechas de que Jordi Pujol Ferrusola (el primogénito) había cobrado importantes sumas (ocho millones de euros) a 17 empresarios que no podían justificar su relación laboral con un Pujol. Una de las operaciones en las que intervino se refiere al proyecto Azul de Cortez, o Mar de Cortés, el más importante desarrollo turístico de Baja California Sur, cuyo volumen de negocio asciende a 3.000 millones de dólares. Pujol jr. podía haber obtenido así 9.7 millones de euros (unos 170 millones 634 mil 425 pesos)
El lujo ha estado presente en esta familia durante muchos años. El hijo mayor exhibía sin pudor su colección de coches de alta gama, asegurando que los había comprado por precios ridículos. Y una antigua novia del mismo aseguraba haber sido testigo del “transporte” de bolsas conteniendo billetes de 500 euros con destino a Andorra (paraíso fiscal).
La sospecha de que durante los años en que el padre fue el político más representativo de la sociedad catalana, la familia se lucró con malas artes, era ya “vox populi”, por lo que la información de El Mundo obligó al expresidente a confesar que, efectivamente, había estado ocultando esa cantidad a la Hacienda española... y catalana! Se justificaba aduciendo que procedía de la herencia que dejó su padre, quien parece ser que tampoco era un modelo de honradez y legalidad.
Ayer martes (29 de julio), presionado principalmente por su propio partido, Jordi Pujol, renunciaba a todos sus cargos y privilegios, incluida la pensión vitalicia de 86.400 euros (un millón, 513 mil 929 pesos) y la presidencia honorífica del partido que fundó, CDC.
Hace un par de días también se ha destapado la noticia de que Zhou Yongkang, exmiembro del Comité Permanente del Politburó chino, y exministro de Seguridad durante el mandato del anterior presidente, Hu Jintao, se encuentra bajo investigación por corrupción.
Sin embargo, en México, la impunidad cabalga libremente, llevada de las riendas del partido en el poder, y de cualquier otro, no nos engañemos. Hace unos años, el "Índice de Fuentes de Soborno 2008", publicado por Transparencia Internacional, ya alertaba de que nuestro país ocupaba el segundo lugar a nivel mundial en prácticas de soborno tanto de políticos como de funcionarios públicos de niveles inferiores (el primer lugar era para Rusia).
Desde entonces, las cosas no han mejorado, a tenor de las denuncias que se suceden continuamente, aunque nadie resulte sancionado de verdad. El año pasado, el mismo organismo alertaba de que la mayoría de la población mexicana (7 de cada 10) consideraba a los políticos como el grupo más corrupto de la sociedad.
A pesar de ésto, aún estamos esperando que rueden cabezas ¿Hasta cuándo tendremos que esperar? O, quizás, es que nadie está libre de pecado y es imposible abordar esta ingente tarea. Esperemos que no sea así.
Pujol nació en 1930 y, durante 23 años (1980-2003) desempeñó el cargo de presidente de los catalanes. Fue el fundador de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), el partido que está empeñado en conseguir que esta región sea independiente de España. Fue una figura de gran calado y exponente del buen hacer para su región, así como el referente político por excelencia para sus seguidores, además del padre de la moderna política catalanista.
Padre de siete hijos, antes de este descubrimiento, varios de ellos ya estaban siendo investigados por presunto fraude fiscal, y no muy buenas prácticas empresariales, pues había demasiadas sospechas de que Jordi Pujol Ferrusola (el primogénito) había cobrado importantes sumas (ocho millones de euros) a 17 empresarios que no podían justificar su relación laboral con un Pujol. Una de las operaciones en las que intervino se refiere al proyecto Azul de Cortez, o Mar de Cortés, el más importante desarrollo turístico de Baja California Sur, cuyo volumen de negocio asciende a 3.000 millones de dólares. Pujol jr. podía haber obtenido así 9.7 millones de euros (unos 170 millones 634 mil 425 pesos)
El lujo ha estado presente en esta familia durante muchos años. El hijo mayor exhibía sin pudor su colección de coches de alta gama, asegurando que los había comprado por precios ridículos. Y una antigua novia del mismo aseguraba haber sido testigo del “transporte” de bolsas conteniendo billetes de 500 euros con destino a Andorra (paraíso fiscal).
La sospecha de que durante los años en que el padre fue el político más representativo de la sociedad catalana, la familia se lucró con malas artes, era ya “vox populi”, por lo que la información de El Mundo obligó al expresidente a confesar que, efectivamente, había estado ocultando esa cantidad a la Hacienda española... y catalana! Se justificaba aduciendo que procedía de la herencia que dejó su padre, quien parece ser que tampoco era un modelo de honradez y legalidad.
Ayer martes (29 de julio), presionado principalmente por su propio partido, Jordi Pujol, renunciaba a todos sus cargos y privilegios, incluida la pensión vitalicia de 86.400 euros (un millón, 513 mil 929 pesos) y la presidencia honorífica del partido que fundó, CDC.
Hace un par de días también se ha destapado la noticia de que Zhou Yongkang, exmiembro del Comité Permanente del Politburó chino, y exministro de Seguridad durante el mandato del anterior presidente, Hu Jintao, se encuentra bajo investigación por corrupción.
Sin embargo, en México, la impunidad cabalga libremente, llevada de las riendas del partido en el poder, y de cualquier otro, no nos engañemos. Hace unos años, el "Índice de Fuentes de Soborno 2008", publicado por Transparencia Internacional, ya alertaba de que nuestro país ocupaba el segundo lugar a nivel mundial en prácticas de soborno tanto de políticos como de funcionarios públicos de niveles inferiores (el primer lugar era para Rusia).
Desde entonces, las cosas no han mejorado, a tenor de las denuncias que se suceden continuamente, aunque nadie resulte sancionado de verdad. El año pasado, el mismo organismo alertaba de que la mayoría de la población mexicana (7 de cada 10) consideraba a los políticos como el grupo más corrupto de la sociedad.
A pesar de ésto, aún estamos esperando que rueden cabezas ¿Hasta cuándo tendremos que esperar? O, quizás, es que nadie está libre de pecado y es imposible abordar esta ingente tarea. Esperemos que no sea así.
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