Adriana Degetau. Qué chingón que en México haya una generación emprendedora abriendo negocios por todos lados. Hemos sido testigo de este boom restaurantero, de boutiques, cafés, galerías, etc.
Pero más allá de integrar la arúgula, tomates cherry y el mezcal artesanal a mi dieta, me he dado cuenta que los nombres de los negocios vuelven a los básicos.
Fíjense en los nombres de algunos de estos negocios. Normalmente están compuestos de una sola palabra, máximo dos. Una palabra directa sin dobles significados y refiriéndose a esto del back to basics.
Aquí algunos nombres:
- Materia prima
- Crudo
- Sal
- Arcilla
- Peltre
- Mostaza
- Bonito
- Levadura
- Polvo
- Nómada
- Arca
- Limón
- Manteca
- Fósforo
- Carbón
- Barro
A lo que voy es que estos nombres evocan una onda primaria y muchos de los locales están ambientados en esta cuestión orgánica: llenos de madera, ladrillos de barro, iluminación cálida con lámparas que tienen focos vintage idénticos a la primera bombilla de luz de Edison de 1879… porque tiempos pasados siempre fueron mejores. Como los lavabos de los restaurantes que son las tarjas donde nuestras bisabuelas lavaban la ropa, y las tuberías ad hoc.
Es así como creo que esta generación emprendedora, que algunos calificarían de hipster, tiene una vena melancólica que busca un mundo mejor. Ya sea por regresar a los básicos, a esa frase donde tiempos pasados siempre fueron mejores, del recuerdo de tiempos más sencillos. O ya sea por ofrecer este ambiente orgánico, en el que todos reciclemos, usemos algodón orgánico, supporting fair wages and sustainable harvests, sin pesticidas, ofreciendo “pan real, hecho desde cero, con harina y levadura, nada de polvos preparados”, para así tener un mejor nivel de vida, ser nuestros propios jefes, más creativos y vivir más felices y más tiempo.
En lo personal no creo que tiempos pasados hayan sido mejores o más sencillos. Aunque a veces me entra la sensación de que el pasado es encantador porque ya no es. Porque a veces lo que uno busca al pensar en el pasado, es no estar en el presente, porque el presente es difícil. En resumen: la vida no es fácil, pero podemos ir a un restaurante de estos para sentir que es mejor. Al final del día ¿quién no quiere comer bien y sentirse bien?
Ya en otra ocasión hablaré sobre los nombres de pila de los diseñadores de joyas y ropa, y de los nombres de mascotas: ese nombre del que te burlabas cuando ibas en la primaria, pero que ahora te parece muy cool para tu perrita.
Foco de Edison. |
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