El día 30 de abril es la fecha en que se celebra en México el Día del Niño y de la Niña, dentro del marco del XXV aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU, 1989), y sin embargo, en este país sigue pendiente la creación del Sistema Nacional de Garantía de los Derechos de la Infancia y Adolescencia que ampare los derechos de cerca de 40 millones de niñas, niños y adolescentes.
Desde múltiples instancias oficiales, estos días están brindando actos lúdicos para los pequeños, pero pocas voces se están levantando en contra de la necesidad de protegerlos, luchando contra dos lacras: la pobreza y la explotación.
De acuerdo con las cifras de Unicef-Coneval, el 54% de la población infantil vive miserablemente, lo que supone cerca de 22 millones. Ocho de cada diez niños y niñas indígenas son pobres, y cinco millones sufren pobreza extrema.
Por ello, y coincidiendo con esta fecha, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) destaca la necesidad de que se ponga en marcha el referido Sistema, lo que consideran como “la mejor y más importante reforma estructural que emprendiera un gobierno desde la firma de la Convención”. Es necesario realizar importantes cambios constitucionales a los artículos 1. 4 y 73, aseguran.
Redim también destaca el señalamiento Internacional a México, durante el Segundo ciclo de Evaluación del Examen Periódico Universal del Estado mexicano (EPU), donde las recomendaciones coincidieron en la necesidad de establecer un Sistema Integral para proteger los derechos del niño, y formular una estrategia nacional para prevenir y combatir todas las formas de violencia contra ellos. Dichas recomendaciones señalaron diversas problemáticas: la situación de los grupos vulnerables (principalmente de los menores indígenas), la discriminación, la violencia de género que viven niñas y mujeres adolescentes; así como la violencia vinculada a la delincuencia organizada.
Recientemente, visitaron el país la vicepresidenta del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CRC, ONU), Sara Oviedo, y la comisionada y relatora de los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Rosa María Ortiz, y ambas expresaron sus preocupaciones en torno a la violencia que viven niñas y niños, la migración infantil, y los derechos humanos de la infancia callejera y sus familias.
Datos oficiales señalan que en México la tasa de mortalidad por homicidios en la población de 0 a 17 años es la más alta en los últimos 10 años (4 muertes por cada 100.000 habitantes). Al analizar el rango de edad de 15 a 17 años, se encuentra que la tasa de mortalidad por homicidios fue de 15,7 por cada 100.000, aumentando más de un punto porcentual respecto a la registrada en 2010 que era de 14,4 (SINAIS, 2012).
La importancia de la prevención
En este marco, las organizaciones de Redim han exhortado a las instancias responsables para que se elabore un Diagnóstico y un Programa Nacional para prevenir y responder a toda forma de violencia en contra de los más pequeños, especialmente las relacionadas con el crimen organizado. Sin olvidar a aquellos que viven con sus familias en espacios públicos (las denominadas “poblaciones callejeras”) bajo condiciones de violencia, persecución y discriminación por parte de las autoridades y grupos vecinales.
Un caso significativo ha sido la “limpieza social” contra el “grupo Juárez” en el Centro Histórico del Distrito Federal, llevado a cabo recientemente. El 22 de abril, un grupo de aproximadamente 100 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP-DF) acudieron a la calle de Artículo 123 y, sin mediar ningún diálogo, golpearon a cerca de 30 personas del referido grupo, deteniendo a 17 de ellas, incluido un menor de 16 años. Por supuesto, sus pertenencias fueron destrozadas.
Por otro lado, y como parte de las iniciativas para avanzar hacia la garantía de los Derechos de la Infancia, Unicef México y Redim emprendieron en mayo de 2012 la iniciativa “10 por la infancia”, que plantea diez puntos estratégicos para avanzar hacia la garantía de los derechos de niñas, niños y adolescentes en toda la República Mexicana. Curiosamente, varios gobiernos federales, legisladores y presidentes municipales (alcaldes) se han adherido a esta campaña, pero hay alguien que no ha dado su espaldarazo al proyecto: el presidente Peña Nieto, un detalle que Redim considera imprescindible, pues “ representaría un motor fundamental para crear una corriente de opinión favorable”.
Vía: Periodistas en español.
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