México no debe interferir en Crimea según encuesta

México no debe interferir en Crimea según encuesta
Excélsior.
Para la opinión pública nacional la crisis de Crimea es un conflicto de una región lejana y desconocida, en la que México no se debe meter pues no le afecta. Aunque se respeta la decisión popular en Crimea de buscar su anexión a Rusia, se estima que esa sólo fue la excusa del gobierno ruso para quitarle ese territorio a Ucrania. Se favorece que las potencias occidentales usen sanciones económicas para obligar a Rusia a salirse de Crimea, aunque no se cree que lo logren, según se concluye de la encuesta BGC-Excélsior.

En conflictos en tierras remotas y con intereses mexicanos escasos, la opinión pública es partidaria de que el gobierno se mantenga al margen. En el caso de la decisión de Rusia de enviar tropas a Crimea y anexarse esa región de Ucrania, existe un amplio consenso (gráfico 1) en que el gobierno de Enrique Peña Nieto no debe interferir (72%).

A 52% le parece que a México le debe de importar poco o nada el conflicto, principalmente porque no le afecta (poco/ nada 74%) y por tratarse de una región distante. Estas posturas se dan en un contexto (gráfico 2) en el que se desea que el país mantenga una política exterior poco comprometedora (78%).

Como respuestas del gobierno mexicano ante la acción rusa, sólo la posibilidad de enviar una carta de protesta tiende a lograr algún apoyo importante (51%), aunque aún así muchos se oponen (43%). Las sanciones económicas son rechazadas por más de la mitad y las otras alternativas, como el retiro del embajador, el rompimiento de relaciones o la participación en misión militar, son rechazadas (gráfico 3).

La crisis de Crimea es un tema de escaso o nulo interés para el mexicano promedio (gráfico 4). Apenas 16% manifiesta haber puesto total o bastante atención a las noticias sobre ese tema, lo cual contrasta con 27% en el caso del conflicto político en Venezuela, con 34% en el de la desaparición del avión de Malaysia Airlines, con 41% respecto de los problemas de la Línea 12 del Metro, y con 47% en torno a la Reforma Energética. Únicamente 28% dice saber de la existencia de Crimea, aunque al mencionar la anexión rusa de esa península, el porcentaje que dice recordar el asunto asciende a 46%.

Tras informar a los encuestados los aspectos más importantes del conflicto en Crimea (gráfico 5), éstos se pronuncian por el respeto a la decisión mayoritaria de los habitantes de Crimea de pedir su anexión a Rusia expresada en una votación popular (56%), aun cuando esa consulta fue auspiciada por el gobierno ruso y dejando al margen al gobierno de Ucrania. Este apoyo a la autodeterminación de los pueblos es una idea que agrada, siempre y cuando no tuviera que aplicarse en México; aquí se rechazaría una posibilidad similar en el hipotético caso de que los bajacalifornianos solicitaran mayoritariamente la anexión a Estados Unidos (65%).

Se considera injustificable (gráfico 6) que Rusia haya enviado tropas y se haya anexado esa región de Ucrania (70%); se piensa que el gobierno de Vladimir Putin sólo usó de pretexto esa petición popular mayoritaria de anexión para justificar la incorporación de Crimea a su territorio (74%). No se cree que, con las medidas que han tomado Estados Unidos y la Unión Europea consigan que Rusia se salga de Crimea (57%), aunque se piensa que tienen la capacidad para lograrlo si quisieran (76%).

Casi nadie (gráfico 7) piensa en una solución militar por parte de las potencias occidentales (9%). Más bien existe inclinación en favor de sanciones económicas y diplomáticas (47%).

No parece que en la opinión pública esté permeando la idea de una reedición de la Guerra Fría. A Rusia ni siquiera se le ve como enemigo de Washington. Más bien se le percibe como país amigo de EU (60%), aunque a veces problemático (43%). Tampoco está claro que la anexión de Crimea sea un paso más de un presunto propósito expansionista de Putin para recuperar el poder que tuvo la Unión Soviética; 41% coincide con que el Presidente ruso tiene ese afán (gráfico 8), pero 46% estima que es una exageración pensarlo. Además, para la gente, el mundo no es dominado por Estados Unidos (hay países que le hacen contrapeso, 73%), pero no es Rusia, sino China la fuerza más percibida como principal contrapeso (42%).
Excélsior.

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