Proceso. |
“Alcancé a despedirme de ella, dijo su primo hermano Jesús Garro al informar del deceso. Le hablé, no reaccionaba, pero todavía estaba viva”.
Contó que ayer a las 12 del día la dieron de alta en el hospital, “aunque yo la vi mal”.
Hacia las 5 de la mañana de hoy la cuidadora en turno de la casa de retiro Villa Laurel, donde radicaba desde hace cerca de una década, oyó las quejas de Helena y avisó a la cocinera Raquel Aldama, quien acababa de llegar. Fue ésta quien avisó a Jesús Garro inmediatamente.
El viernes pasado por la tarde la hija de Paz y la narradora y dramaturga Elena Garro (1920-1998) fue ingresada de emergencia, a pesar de que el día anterior había desarrollado sus actividades normalmente, como sus prácticas de tai chi y sesión de masajes. En los últimos días unas compañeras llegadas de Alemania sacaban a pasear a la escritora a la ciudad.
Jesús Garro, quien vivió ocho años en el departamento de su tía y su prima en París, esperaba con su esposa Raquel su restablecimiento total tras una operación practicada el año pasado para llevarla a las playas de Cancún, Quintana Roo, como lo hicieron a finales de 2012.
En 1991 la editorial madrileña Devenir publicó en su colección Papeles de Invierno la plaquette Criaturas de la noche, su primer libro con 40 poemas, prologado por el célebre filósofo Ernest Jünger, a quien consideraba su maestro. Proceso dio a conocer el volumen en entrevista con la autora, quien declaró que tenía un ofrecimiento de una editorial francesa, la cual finalmente publicó el Fondo de Cultura Económica en octubre de 2007 bajo el título La rueda de la fortuna selección de poemas (1954-1962). Escribió el intelectual alemán:
“La ligereza con que caen las hojas induce a creer en una vida que palpita con más fuerza en la raíz que en las ramas y cuya patria es el sueño y no el mundo cotidiano. Hasta qué punto se aleja usted de ese mundo cotidiano nos lo manifiestan sus imágenes. Usted se siente dentro de unos fuegos artificiales cual zafiro en el que cumple el destino de Constantinopla”.
En 1968 ella y su madre, autora de la destacada novela Los recuerdos del porvenir (1963), fueron protagonistas del movimiento estudiantil cuando esta última acusó ante la prensa a los intelectuales más destacados del momento (el propio Paz, el filósofo Luis Villoro, el novelista José Revueltas, entre otros) como sus instigadores. Helena publicó en un diario una carta acre contra su padre, que los distanció por dos décadas. La postura de ambas creó un conflicto con el gobierno, quien ayudó a que salieran a Estados Unidos en una especie de “exilio”, que luego ellas prolongaron a España y más tarde a Francia, de donde volvieron a México a mediados de los noventa.
En 2003 Helena Laura Paz Garro (nacida el 12 de diciembre de 1939 y devota de la Virgen de Guadalupe) publicó sus “Memorias” en la editorial Océano.
Esta tarde sus restos serán velados en la agencia Gayosso de Cuernavaca, Morelos, y mañana hacia el mediodía, descansarán junto a los de Elena Garro en el Panteón de la Paz de la misma ciudad.
Proceso.
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