¿El Chapo dirigirá la cárcel otra vez?

¿El Chapo dirigirá la cárcel otra vez?

Desde que se supo de su aprehensión, ciudadanos y medios de comunicación no dejan de estar pendientes de lo que se va sabiendo día a día. Peña Nieto y su Gobierno deben estar encantados, porque nadie se preocupa de la economía. Y es muy serio: a mediados de este mes, la inflación ya era del 4,21%. Las reformas recién aprobadas, las pendientes, la guerra de Michoacán, los autodefensas, los casos de corrupción (Granier, Montiel, Sabines…), las campañas de imagen de Velasco… El aniversario del encarcelamiento de Elba Esther… Todo, todo, ha pasado a segundo o tercer plano. O ni se menciona, como es el caso de la maestra.

En este momento parece que la única preocupación es enterarse de los dimes y diretes relacionados con el Chapo. Y el Gobierno lo sabe. De hecho, creo que dejar abierta la vivienda donde fue detenido, para que cualquiera vea y “perciba” el clima, para satisfacer el morbo, da la medida de lo bien que sabe manipular a los ciudadanos. Dicen que más de uno/a, además de la correspondiente fotografía, se ha llevado un pequeño “recuerdo”. La proliferación de fotos y videos de la detención completan el panorama circense.

Es triste. Muy triste. Deberíamos estar preocupándonos de las consecuencias de esta detención, de qué va a pasar en el mundo narco, de si se va a desatar una guerra entre ellos que salpique a la población. De si esta operación está calculada y con qué fin. De cómo ha sido posible detenerle tan “limpiamente”. Hay quien ha puesto en duda que el detenido sea el Chapo, pero me temo que sí sea él. Aunque hay demasiados interrogantes en las explicaciones oficiales, en los detalles que cuentan. Pero supongo que forma parte de la campaña mediática.

A mí, sinceramente, me cuesta creer que un hombre con la fortuna del Chapo, cuantificada por Forbes en 2012 en mil millones, que ha tenido a sus órdenes hasta 300 guardaespaldas, se deje atrapar en una triste vivienda sin medidas de seguridad y con una escolta pírrica. Y le van a detener delante de su esposa y con sus dos bebés al lado. Si hasta ese día aseguran que había estado viviendo protegido por puertas blindadas y subterráneos conectados con varias viviendas, durante los 13 años que lleva escapado de un penal de máxima seguridad… algo no me cuadra.

Porque no hay que olvidar que este hombre se evadió de Puente Grande, el penal de máxima seguridad de Jalisco, dentro de un carro de ropa sucia. Alguien, más bien unos cuantos, prepararon su fuga y no de forma gratuita. En aquel penal él era el jefe. Desde allí dirigió su “negocio” sin trabas. Allí vivió como si estuviera en un hotel de lujo.

El jefe de Puente Grande

¿El Chapo dirigirá la cárcel otra vez?
Puente Grande, el hotel de lujo del Chapo.
Lo cuenta Jesús Lemus Barajas, un periodista que pasó de dirigir el periódico El Tiempo de la Piedad, de Michoacán, a habitar las lóbregas celdas de Puente Grande. Allí vivió desde 2008 a 2011, acusado de colaborar con la mafia de la drogas de su zona y recluido como un delincuente de máxima peligrosidad. Por supuesto, ni colaboró jamás con traficante alguno ni había acusación en su contra. Fue una confabulación del poder, que se valieron de un juicio amañado para destruirle como periodista. Era un personaje incómodo porque denunciaba la corrupción y la connivencia de los dirigentes políticos con los cárteles. Le soltaron con un veredicto de no culpabilidad, porque no pudieron urdir una trama más rocambolesca que pudiera mantenerle apartado de su profesión.

Durante los tres años que pasó en Puente Grande compartió espacio y sufrimientos con lo más granado de la criminalidad mexicana: Daniel Arizmendi, el Mochaorejas; El Duby, ex integrante de los narcosatánicos; Juan Sánchez Limón, un lugarteniente del Lazca; Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo; Daniel Aguilar Treviño, el asesino confeso de Ruiz Massieu; Mario Aburto, y el recién excarcelado Rafael Caro Quintero. Y le contaron sus historias, asistió a sus vivencias, y le hicieron confidencias. Lo recogió todo en el libro “Los Malditos”, editado el pasado año por Grijalbo.

En él habla de la época “dorada” de Puente Grande, cuando el Chapo Guzmán estuvo recluido entre sus muros. Lo de “recluido” es un eufemismo, porque quien mandaba en la cárcel era él. Allí nada se hacía sin su permiso. Disponía de todo cuanto le fuera necesario para su día a día, para su sustento, para su solad y para dirigir sus negocios. Y organizaba fiestas.

La autoridad para con los guardias la ejercía él. Él permitía o no que se castigara a los reclusos, él decidía cómo y cuándo había que sancionarles. Y a quién sí y a quién no. En una ocasión se enfrentó a un comandante que estaba pegando a un recluso y, con la ayuda de unos cuantos más, acabó reduciendo a 50 policías. EL Chapo se aupó a la categoría de dueño y señor de los unos y los otros… y el director del penal obedecía. Parece que el mafioso disponía de celulares que le permitían ponerse en contacto con personas de más alto nivel gubernamental, que le amparaban.

Después de la fuga del penal, se comentaba que había cambiado el nombre, que se había hecho cirugía. Lupillo, uno de los miembros del cártel de Sinaloa, cercano a Guzmán (le detuvieron junto a un primo de éste), le aseguró que no, que seguía usando el mismo nombre y luciendo la misma cara: “la gente que lo ve en la calle lo conoce, pero como todos lo quieren, por eso no le preocupa que lo delaten, porque todo el mundo lo respeta. Hasta las personas que dicen que lo andan buscando, lo cuidan”. Para Lupillo, que el ejército lo protegiera era la única explicación que encontraba para el hecho de que no consiguieran detenerlo. “El Gobierno, cuando quiere ir por alguien, simplemente va y lo detiene”, escribe Lemus en relación a las confidencias que le hizo Lupillo. 
 
¿El Chapo dirigirá la cárcel otra vez?
Fichas policiales de la detención anterior y
la de ahora: parece que ha encogido.
Y eso parece que ha sucedido ahora, pero dudo que alguien como el Chapo Guzmán se deje atrapar de esa manera. Salvo que todo esté pactado. No hay riesgo de fuga, dicen, no lo vamos a extraditar a Estados Unidos ahora. Se sienten tan seguros que hasta han realizado una puesta en escena para Televisa al más puro estilo Cassez. ¿Será lo que alguien esgrimirá en algún momento y que permitirá ponerlo en libertad porque se han “violado sus derechos”? Caro Quintero está libre por otro “defecto de forma”… Y no pasa nada.

Video de la detención y vivienda:

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=eAE7YrxSe_w

Al calce:


Una historia que circula por la red:
"Joaquin Guzmán se encuentra en la ciudad de Manila. La persona que está detenida es un guardaespaldas de apellido Montes a quien se le practicó cirugía plástica para que se pareciera a Joaquín Guzmán. Jorge Hank Ron ha sido comisionado por el secretario de gobernación Osorio para hacerse cargo de los negocios del Chapo. Quien me lo dijo? Una persona de confianza que trabaja en inteligencia naval. Joaquín Guzmán pasó 3 años en la sierra de Durango protegido por el gobernador, pero fue hasta el año pasado que pactó la transferencia de sus negocios a Hank Ron. Inteligencia Naval ha movido cielo, mar y tierra para lograr capturarlo, pero SeGob, o el gobierno de Durango, siempre se opusieron a los operativos de la marina en Durango y ahora ya jamás pagará pos sus crímenes”.

Many 
 

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