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Solo el pan no dulce, como “bolillo, telera, baguette, chapata, birote y similares, blanco e integral, incluyendo el pan de caja”, que no contenga azúcar, quedará libre de este impuesto.
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La publicación tomó por sorpresa a la industria panificadora. El director general de este sector argumenta que ha habido desinformación sobre el gravamen, pensado para la comida chatarra y no para un alimento de la canasta básica como es el pan de dulce.
“Hubo inicialmente un error de comunicación por parte de unos y de otros que se habló de los alimentos chatarra, esto no es un alimento chatarra. Un alimento chatarra es lo que te venden en la calle sin ningún tipo de control sanitario. Los productos aquí son elaborados bajo estándares de calidad y cosas que no tienen demasiada lógica”, advirtió ante medios este domingo Jonás Murillo, director general de la Industria Panificadora.
“Están gravando alimentos absolutamente básicos del consumo mexicano”, dijo.
Señaló que los panes dulces están en todas las canastas básicas, todas las estadísticas que maneja cualquier orden de gobierno considera el pan dulce como parte de esa la canasta básica y dijo que es un grupo de alimentos necesarios para mantenerla estabilidad alimenticia de cualquier grupo poblacional.
Murillo considera que a quienes más va a afectar este impuesto es a las personas en pobreza extrema, que invierten más de 50% de sus ingresos en alimentos y necesidades básicas.
Los mexicanos destinan 37% de su gasto a los alimentos, y de estos, el 21.1% de los hogares es para pan y cereales, y un 14.9% más para azúcar, dulces, miel y chocolates, señala la Encuesta Nacional de Gasto 2012.
La pieza de pan de dulce en México tiene un precio en promedio de 6 pesos. “Sería casi un peso en una concha, que está entre 5 y 6 pesos, un 8% significa irse a 6 o 7 pesos”, dijo.
El diputado Carlos Augusto Morales, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue quien impulsó el impuesto de 20% a los alimentos chatarra como una medida para combatir los problemas de obesidad en México.
La medida fue apoyada en el Senado por su compañero de partido Armando Ríos Piter, pero con un 8%.
El país ocupa el primer lugar en sobrepeso y obesidad entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y el cuarto en obesidad infantil.
El Congreso aprobó en octubre pasado gravar ciertos productos como una medida para inhibir comida con alto contenido calórico y disminuir los problemas de obesidad en el país. Entre los nuevos impuestos, también está el cobro de un peso por litro en la venta de bebidas azucaradas, como jugos, concentrados en polvo y refrescos.
Para Murillo, el verdadero impacto de esta medida impulsada en el Congreso se va a reflejar en la venta de la tradicional Rosca de Reyes, que alcanzó los 500 millones de pesos en 2013, dijo.
El impuesto especial al pan de dulce no había sido precisado por el Congreso, pues la reforma señala que solo era para productos no básicos con una densidad calórica de 275 kilocalorías o mayor por cada 100 gramos, entre los cuales se mencionan los hechos a base de cereales.
En lo publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el Diario Oficial deja fuera el pan de dulce como un producto básico y sólo incluye los siguientes:
Cadena del trigo:
- Tortilla de harina de trigo, incluyendo integral.
- Pasta de harina de trigo para sopa sin especies, condimentos, relleno, ni verduras.
- Pan no dulce: bolillo, telera, baguette, chapata, birote y similares, blanco e integral, incluyendo el pan de caja.
- Harina de trigo, incluyendo integral.
- Alimentos a base de cereales de trigo sin azúcares, incluyendo integrales.
Cadena del maíz:
- Tortilla de maíz, incluso cuando esté tostada.
- Harina de maíz.
- Nixtamal y masa de maíz.
- Alimentos a base de cereales de maíz sin azúcares.
- Cadena de otros cereales:
- Alimentos a base de cereales para lactantes y niños de corta edad.
- Alimentos a base de otros cereales sin azúcares, incluyendo integrales.
- Pan no dulce de otros cereales, integral o no, incluyendo el pan de caja.
'Que no confundan conchas con gansitos'
Los legisladores de izquierda que impulsaron el impuesto a la comida chatarra tienen versiones distintas sobre si el pan de dulce debe ser o no gravado.
El senador perredista, Armando Ríos Piter dijo que si el pan de dulce tiene alto contenido calórico, entonces debe ser gravado.
En tanto, el diputado federal Carlos Augusto Morales, aclaró que el impuesto del 8% al pan de dulce no es el espíritu de su iniciativa, pues no intenta gravar alimentos básicos.
"La Secretaría de Hacienda y Crédito Público tuvo que haber diferenciado entre las golosinas y el pan que forma parte del consumo cotidiano de los mexicanos, sobre todo en una situación en la que es difícil costear tantas cosas", dijo el legisldor del PRD.
"No es lo mismo una concha que un Pingüino", dijo.
Morales reiteró que el Estado destina 50,000 millones de pesos al año a servicios de salud para atender enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.
Con el nuevo impuesto a la comida chatarra y bebidas azucaradas, se proyecta una recaudación de 5,600 millones de pesos, los cuales se destinarán a apoyar las escuelas de tiempo completo, dijo, para que los niños aumenten su actividad física.
"El espíritu es que tú como empresario que estás ganando, estás generando un perjuicio a la sociedad y que entonces contribuyas con el Estado a parar ese perjuicio", dijo el legislador de izquierda.
"Queremos propiciar que disminuyan el contenido calórico en sus productos", dijo el diputado.
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