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Según la Procuraduría General de la República (PGR), al momento de pisar suelo mexicano Sandra Ávila Beltrán será detenida, ya que existe en su contra un proceso penal pendiente por el delito de lavado de dinero.
El 28 de septiembre de 2007, Sandra Ávila fue detenida en la Ciudad de México con el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, alias el tigre.
El día de su detención, la PGR informó que existían en su contra dos órdenes de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
También existía una solicitud de extradición de los Estados Unidos, en donde era buscada por asociación delictuosa para el traslado de cocaína.
El 3 de diciembre de 2010, en México un juez federal determinó la libertad de Sandra Ávila al argumentar que el ministerio público federal no aportó las pruebas suficientes en su contra.
El 6 de diciembre de 2010, la PGR apeló y el caso fue turnado a un tribunal de segunda instancia.
El 15 de febrero de 2011 se dictó auto de formal prisión a Sandra Ávila Beltrán por el delito de lavado de dinero.
La llamada reina del Pacífico fue trasladada a un penal de Tepic, Nayarit.
El 9 de agosto de 2012, el gobierno de México entregó en extradición a Sandra Ávila Beltrán a autoridades de los Estados Unidos.
El 24 de abril de 2013, Sandra Ávila se declaró culpable del delito de asistir económicamente a un narcotraficante y logró un acuerdo con la fiscalía de ese país para obtener su libertad.
En México aún está pendiente de concluir el proceso penal en su contra por el delito de lavado de dinero, por lo que puede ser detenida al llegar a nuestro país.
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