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En la marcha 35 por el Orgullo Gay en México el colectivo lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual e intersexual (LGBTTI) realizó una demostración de vitalidad, de exigencia de igualdad de derechos, de solución a desapariciones y a crímenes de odio, y dieron la despedida a los que murieron en el año.
Esta manifestación surgió en 1984 para conmemorar una redada realizada por la policía de Nueva York en el club Stonewall Inn, del barrio de Greenwich Village, el 28 de junio de 1969, que fue el inicio de la lucha por los derechos de los homosexuales en ese país.
En esta ocasión la manifestación tuvo dos facetas, la festiva, casi carnavalesca, de los integrantes del colectivo que salieron a la calle a exponer abiertamente su preferencia sexual, pero también la exigencia de que en la ciudad y el país se combatan los crímenes de odio que aún persisten.
Una manifestación sin consignas es casi inconcebible y en ésta van de la política “No hay libertad política, sin libertad sexual”, “Sin homosexuales, no hay democracia”.
Desde Mérida vinieron un grupo de hombres vestidos con trajes típicos de mujer de esa región para exigir que en ese estado haya igualdad entre heterosexales y homosexuales.
De Puebla llegaron a la marcha ICM Misión Puebla, con una pancarta que señalaba “Porque no hay acepción de personas para con Dios. Romanos 2:11”, que lanzaban la consigna “Jesús te ama, no te discrimina”.
A las 12:00 horas, las consignas ya atronaban en el Paseo de la Reforma, frente a la Zona Rosa, el barrio que se ha convertido en el lugar por excelencia para que la comunidad LGBTTI tenga esparcimiento desde la mañana y hasta la madrugada del siguiente día.
La marcha inició lenta, desesperadamente lenta para los organizadores que luchaban por acelerar el paso de los manifestantes que eran detenidos por fotógrafos, camarógrafos y público para tomar fotos a quienes iban disfrazados.
El festín de poses, de abrazos, besos, de exhibición de vestimentas preparadas durante semanas relajó el origen político de la marcha. Cerca de las 13:00 horas la manifestación apenas alcanzaba la avenida de los Insurgentes.
Por el Paseo de la Reforma desfilaron hombres y mujeres disfrazados de mariposas, hadas, vaqueros (con todo y caballos), soldados, Drag Queens, policías, obreros, ángeles blancos, negros y coloridos, chinas poblanas, novias, vampiros, de personajes del musical Cats, de personajes de mangas japonesas cargando sus muñecos de peluche y paraguas transparentes.
Los más enfocados en personajes se vistieron de Mickey Mouse, Marylin Monroe, Peter Pan, Mario Bros, Thor, Cats, del sombrerero de Alicia, y otros con disfraces tan elaborados que parecían alebrijes vivientes.
La libertad sexual en la capital se ha afianzado tras la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la posibilidad de esas parejas de adoptar niños y de la garantía de sus derechos para heredar o recibir pensiones de sus parejas.
De acuerdo con la Consejería Jurídica, en los primeros cinco meses de 2013 se han realizado 368 matrimonios entre personas del mismo sexo. De ellas 189 han sido entre parejas de varones, y 179 entre mujeres.
Marzo es señalado con más bodas: 86; y la modalidad de bienes conyugales mancomunados supera a la de bienes separados, 213 por 155.
En cuanto a adopciones, se han efectuado 31 registros de hijos de matrimonios o concubinatos entre personas del mismo sexo. De ellas 28 trámites los han realizado parejas femeninas y 3 por masculinas.
Es por este tipo de libertades que colectivos como los Vaqueros del Centro de México acudieron a la Ciudad de México para exigir que en otras entidades se dé el paso al reconocimiento legal a los integrantes del sector LGBTTI, que les brinde certeza jurídica.
La marcha se volcó hacia la fiesta. Los contingentes de universitarios y aquellos que seguían a las batucadas armaban el carnaval gritando consignas divertidas y retadoras: “Después del arrimón, mejor usa condón”. “Querías niña, querías varón, y te salió maricón”. “Esos policías, de noche son vestidas”. “Esa muchacha, también es marimacha”. “Esos viejitos, también son bien jotitos”.
A lo largo de avenida Juárez y 5 de Mayo, el desfile se desdibuja por un rato, se convierte en una pasarela de personas disfrazadas que posan hasta con las barrenderas y policías apostados a los lados de la vialidad. Se reparten volantes invitando a fiestas nocturnas en todos los puntos de la ciudad, lo mismo en salones de baile (los Muxes de Oaxaca celebrarían en la colonia Agricultura), en antros de la Zona Rosa, del Paseo de la Reforma, discotecas del rumbo del Aeropuerto, de Ciudad Nezahualcóyotl.
En el Zócalo la fiesta inició alrededor de las 14:00 horas con grupos de rock y pop, integrantes de las Reinas Chulas, y se esperaba la actuación de Eugenia León.
Hacia las 17:00 horas, la retaguardia de la manifestación era escoltada por policías frente al Palacio de Bellas Artes. Habían transcurrido cinco horas de manifestación y a los integrantes de este colectivo aún les quedaba cuerda para seguirse tomando fotos sin importar la lluvia.
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