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Vicente Fox se reúne esta semana con un grupo de empresarios en Seattle para discutir esa posibilidad, seis meses después de que votantes en el estado de Washington aprobaron una medida que permite el uso recreacional de la marihuana.
Como presidente, Fox lanzó el operativo México Seguro, con el que envió soldados y policías federales a ocho ciudades alrededor del país en 2005, mientras los cárteles de la droga expandían su control en el territorio nacional.
Pero desde que terminó su mandato, en 2006, el discurso del expresidente ha dado un giro, apoyando la legalización de las drogas. Usar a las fuerzas armadas para lidiar con los cárteles no funciona, ha señalado, pero la legalización podría ser el camino.
“Con esto podríamos acabar con la violencia”, dijo Fox este jueves a Wolf Blitzer, de CNN . “Controlaríamos a los criminales y reduciríamos su ingreso y al mismo tiempo se volvería un negocio transparente en las manos de empresarios”, señaló.
Fox habló con reporteros este jueves, donde halagó los esfuerzos del estado de Washington para legalizar la marihuana y “cambiar el paradigma”.
“En México damos la bienvenida a esta iniciativa”, dijo, “porque el costo de la guerra se está volviendo inaguantable, muy alto para México, América Latina y el resto del mundo”.
“El problema de México es que se encuentra entre el mamut del mercado de consumo de Estados Unidos y las naciones productores del drogas del sur como Colombia, Venezuela y otras. Así que mi posición ha sido totalmente a favor de la legalización” agregó.
Las medidas de legalización, de acuerdo con él, en última instancia buscarían derrocar los fundamentos de la delincuencia organizada.
Mientras Fox hablaba, Jamen Shively asentía. El antiguo ejecutivo de Microsoft está liderando un nuevo negocio que busca crear la primera marca nacional de venta de cannabis en Estados Unidos.
Fox dijo a CNN que no está involucrado en el plan de Shively pero se sentó junto a él porque apoya su iniciativa de dejar la producción de drogas en manos de empresarios y no de criminales.
“Al hacer ilegal el cannabis la hemos convertido en una herramienta para la violencia, explotada por criminales y por el crimen organizado que abarca muchos países”, dijo Shively.
Oponentes critican la legalización
Pero la legalización de las drogas aún tiene aguerridos críticos en Estados Unidos, funcionarios de la administración de Obama han señalado en varias ocasiones su oposición a esas propuestas cuando han surgido en otros países.
El año pasado, John Walters, quien dirigió la Oficina Nacional de Políticas para el Control de Drogas de la Casa Blanca entre 2001 y 2009, dijo a CNN que la legalización causaría un aumento del crimen.
Mientras, el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, también ha expresado sus dudas sobre las medidas de legalización. En México, el uso de marihuana no es un crimen, pero sí lo son la producción y distribución de esta droga.
Peña Nieto dijo a CNN el año pasado que pese a sus reservas, el camino de la lucha contra las drogas podría modificarse en vista de las políticas cambiantes de Estados Unidos, tras los últimos referendums en Colorado y Washington.
“Personalmente no estoy a favor de la legalización de las drogas, porque no es solo acerca de la marihuana. Me parece que es una puerta para que las personas comiencen a usar drogas más dañinas”, dijo Peña Nieto.
“Pero está claro que lo que ha pasado en dos estados (de Estados Unidos) en el futuro cercano podría llevarnos a repensar la estrategia”.
Un panorama político complicado
En noviembre, votantes en los estados de Colorado y Washington en Estados Unidos aprobaron permitir el uso recreativo de la marihuana, cerca de otros 20 estados permiten el uso de la marihuana por causas médicas.
Las nuevas leyes pusieron a Washington y Colorado en problemas con el gobierno federal, que clasifica la marihuana como una sustancia ilegal.
Debido a que la marihuana se encuentra en el Acta de Sustancias Controladas, solo en 2012, agencias federales estadounidenses denunciaron más de 2,500 operaciones de cultivos y destruyeron cerca de 300,000 plantas. La situación hace a la llamada industria de la marihuana un negocio riesgoso, una empresa podría estar dentro de las leyes estatales pero no de las federales.
Y el panorama financiero también es complicado, por resolver cómo aplicar impuestos a la venta de marihuana, un reto al que se están enfrentando Colorado y Washington.
Este jueves, Shively señaló que está listo para el reto.
“Hemos esperado lo suficiente a que Washington dé luz verde. De hecho, el silencio de la capital del país ha sido ensordecedor”, dijo, “Estamos avanzando con nuestros planes de construir una red nacional e internacional de empresas de cannabis”.
Mariano Castillo, Kevin Liptak,Carma Hassan de CNN y José Pagliety de CNNMoney contribuyeron con este reporte.
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