“Se los llevaron vivos y nos los entregan vivos…" familiares de desaparecidos en la zona rosa

Familiares de los jóvenes desaparecidos en la Zona Rosa se mostraron con cartulinas a las afueras de la procuraduría capitalina (Daen Ascención/CNNMéxico).
CNN.
Han pasado cinco días desde que 11 personas fueron vistas por última vez en un bar del Distrito Federal. Las autoridades aún no tienen certeza sobre lo que ocurrió, mientras que algunos familiares temen que hayan sido detenciones.

Este jueves se reunieron por horas con representantes de la Procuraduría General de Justicia del DF para escuchar losa avances sobre el caso, pero señalan que prácticamente no les dijeron nada.

“No vivimos desde ese día. Ya necesitamos que nos digan dónde están, que nos los enseñen, que si los quieren meter presos, que los metan, pero que los veamos vivos”, dijo a CNNMéxico María Teresa Ramos Urrutia, la abuela materna de Jerzy Ortiz Ponce, un joven de 16 años extraviado desde el domingo pasado.

“Nadie está seguro, porque cualquiera puede hacer un operativo, me levanta y me llevó la chingada. Ya no tenemos seguridad en esta ciudad”, consideró María Teresa. “Se los llevaron vivos y nos los entregan vivos… es mi nieto más chico, mi consentido”.

La Procuraduría, en tanto, dijo que la reunión fue para comunicarles a los familiares que está en marcha el análisis de videos de cámaras de vigilancia, de acuerdo con Notimex.

Jerzy acudió al bar con su amigo Said Sánchez García, de 19 años.

Afuera de la PGJDF, varias familias mostraban cartulinas de colores fluorescentes con nombres y fotografías de los 11 desaparecidos. 

Medios nacionales reportan que hay una denuncia más por el caso pero hasta el momento CNNMéxico no ha podido confirmar esa información de manera independiente.

Un grupo de madres y otros parientes de las personas extraviadas entraron a las instalaciones de la fiscalía después de las 18:30 horas se reunieron con el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Edmundo Garrido Osorio. Los acompañó una visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

“Les dijeron que no tienen nada concreto. Que van a ir paso a paso con las investigaciones”, contó a CNNMéxico Penélope Ramírez, prima de Jerzy, después del encuentro que duró varias horas.

Tras el encuentro, Alejandro Sánchez Chávez, abuelo de Said, dijo que recibió una llamada telefónica de su nuera que participó en la reunión para indicarle que habían sido trasladados al barrio de Tepito.

Los familaires de los 11 jóvenes que estuvieron en el encuentro con las autoridades dejaron las instalaciones de la PGJDF en vehículos oficiales, sin ofrecer declaraciones a medios, de aucerdo con Notimex.

Antes, durante la espera, en una escalinata se sentaron juntas las abuelas materna y paterna de Jerzy, Penélope y dos amigas del joven. Otros dos conocidos también llegaron para apoyar a la familia.

Este jueves por la tarde, tanto el procurador Rodolfo Ríos Garza como el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera dijeron que no había información de que alguien hubiera entrado con armas o de manera violenta al bar Heavens After o Bicentenario, y que lo único confirmado era que los jóvenes fueron vistos por última vez en ese lugar.

Entre los familiares han surgido versiones de que un grupo armado llegó al recinto y subió a los jóvenes a dos camionetas.  Pero Mancera dijo que solo son especulaciones.

Según las familias, los desaparecidos son del barrio de Tepito —una zona de la Ciudad de México considerada como un foco rojo de delitos de narcomenudeo, robo y piratería— pero no se conocen.

La abuela materna de Jerzy es propietaria de un restaurante, un local de playeras y otros puestos.  Su nieto le ayudaba con esos negocios, porque él decidió dejar de estudiar después de terminar la secundaria.

 “Él es bien tranquilo, es bien noble, no tiene problemas con nadie”, añadió la otra abuela del joven, Concepción Reyes, tras llorar con el abrazo que le dio una amiga de su nieto.

En las pancartas que llevaron, además de detallar que Jerzy tiene un “tatuaje con la forma de diamante en la parte exterior de la muñeca derecha”, los familiares incluyeron mensajes como “Ya es mucho tiempo y nada. AYUDA”, o “No más impunidad”.

Mencionaron que durante la madrugada del domingo, alrededor de las 02:00 horas, recibieron un mensaje del joven: “Ya voy”, escribió. Pero pasó el tiempo.

Después le llamaron para decirle que ya tenían su boleto para la final del futbol mexicano; él ya no respondió.

Un joven que no pudo entrar al bar de la Zona Rosa porque no tenía identificación les contó dónde había dejado a Jerzy, que aunque es menor de edad, sí logró ingresar.

La abuela de Said, María del Carmen Zamudio, contó que antes de ir al Heavens After  habían estado en el bar Cristal.

“Estaban en un bar de la Zona Rosa, ahí los interceptaron. Se los llevaron en varias camionetas. Una chica que estuvo en una marcha que hicimos mencionó que había estado en el lugar y que había presenciado todo”, dijo Penélope, prima de Jerzy.

Ramos se quejó porque las autoridades aún no aclaran el caso con las imágenes de las cámaras de seguridad.

Al anunciar que la Fuerza Antisecuestro de la PGJDF había iniciado una investigación del caso, el procurador Ríos Garza señaló que revisarían los videos de seguridad el bar, del Gobierno del Distrito Federal y de negocios cercanos. Hasta ahora no han revelado si encontraron alguna evidencia.

“A alguien están tapando y no se vale. No nos quieren hacer caso, porque nosotros no tenemos dinero, porque no estamos al nivel de (Alejandro) Martí o al de la señora (Isabel Miranda de) Wallace”, dijo Ramos en referencia a los casos de secuestro de los hijos de estos empresarios.

Además, acudió a la PGJDF una mujer cuyos hijos, Aarón y Josué Piedra Moreno, desaparecieron en el mismo lugar.  Familiares de Eulogio Fonseca Arreola, de 26 años, y Rafael Rojas, de 33 también pedían ayuda en sus mensajes en las pancartas.

Susana, esposa de Rafael, dijo que habló con su marido cerca del mediodía del domingo. “Todavía escuché cuando el amigo de mi esposo le dijo ‘ya hermano, ya vámonos, ya apagaron la música’”, relató.

“Mi amor, cuando esté allá afuera te regreso la alerta. Y ya nunca me la regresó”, recordó Susana. “Yo esperaba la llamada de mi esposo”.

“Es comerciante, no es ningún delincuente. Yo estudio. Somos gente de bien. Necesitamos una resolución, que pidan videos… Ya no somos libres de hacer nada, ya no podemos divertirnos… Yo ya estoy desesperada, es mi esposo, él tiene dos hijas. Estamos desesperados”.

Los familiares de los desaparecidos mencionaron que no tienen temor a que las autoridades indaguen si tienen antecedentes criminales, con tal de saber dónde se encuentran los jóvenes.
CNN.

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