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| Redes Sociales. |
Concha Moreno. Muchas veces he escuchado que tal o cual empresa está explotando a niños, a mujeres, o a indígenas, que trabajan para ellos. Son los grupos más propensos a sufrir abusos, porque su voz casi no se escucha. Hay veces en que casi me parece un milagro que trasciendan estas injusticias, como en el caso de los 34 niños esclavos rescatados recientemente en India, quienes tuvieron que soportar jornadas de hasta 22 horas en un horno de fabricar ladrillos.
Sin embargo, estoy segura de que nada tienen que ver los milagros. El éxito se obtiene denunciando las situaciones y exigiendo que se respeten los derechos de las personas. En este sentido, hoy quiero romper una lanza en favor de esas organizaciones que, con sus iniciativas, contribuyen a mejorar la vida de millones de personas.
Una de esas organizaciones es Intermon Oxfam, una agencia de cooperación internacional y ayuda humanitaria que trabaja en más de 90 países para lograr un cambio sostenible. Hace poco tiempo pusieron en marcha “Tras la marca”, una acción que busca ayudar a construir un mundo en el que todas las personas tengan suficientes alimentos.
“Tras la marca” www.traslamarca.org, que forma parte de su campaña “Crece”, evalúa las políticas de abastecimiento agrícola de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas del mundo. Dicha evaluación se centra exclusivamente en los productos básicos procedentes de países en desarrollo.
Tres de esas compañías son Nestlé, Mars y Mondelez, quienes compran más del 30% del cacao que se cultiva en todo el mundo. Desgraciadamente, en sus cadenas de producción las mujeres son tratadas de manera injusta, tanto si son productoras, como recolectoras, empaquetadoras o vendedoras.
Sin embargo, la campaña emprendida por Intermón Oxfam y apoyada por miles de personas, ha dado como resultado que tanto Mars como Nestlé se hayan comprometido a examinar y mejorar las condiciones en que trabajan las mujeres que producen su cacao.
Según la organización, ambas compañías han prometido desarrollar un plan de acción y trabajar para adherirse a los Principios para el Empoderamiento de la Mujer de las Naciones Unidas, así como a colaborar con las organizaciones del sector para abordar las cuestiones de género.
Y parece que no son meras palabras, porque, hace unos días, Mars anunció públicamente que firmará los “principios” antes del uno de mayo próximo y que, a lo largo de 2014, "ayudará a establecer las bases para una valoración de la igualdad de género en todo el sector del cacao, examinando los datos existentes sobre este asunto a nivel mundial y utilizando dichos estudios para identificar los objetivos alcanzados". En este sentido, la empresa ha explicado que, antes de enero de 2015, defenderá un nuevo proyecto sobre la igualdad de género junto a organizaciones seleccionadas y ofrecerá ayuda para la puesta en marcha de un plan de acción en colaboración con los diferentes agentes del sector.
Es muy importante destacar que este cambio se ha producido tan solo un mes después de que Oxfam lanzase la campaña por internet, en la que hacía un llamamiento a “cambiar la manera en la que funcionan las grandes empresas que están detrás de tus marcas favoritas”. En tan solo unas semanas, se enviaron miles de tuits a las empresas y hubo miles de comentarios y publicaciones compartidas a través de Facebook. En esta acción participaron más de 60.000 personas.
Ahora queda conseguir lo mismo con Mondez, aseguran en Intermón. Esta empresa, que controla el 15% del mercado mundial de chocolate, emplea a miles de personas, y aún no ha adoptado ninguna medida.
Hoy en día, en todo el mundo, una de cada ocho personas se va a la cama con hambre. Desgraciada, y curiosamente, la mayoría de ellas son agricultores o trabajadores agrícolas que abastecen a ese sistema alimentario que les ignora. Sin embargo, hay suficiente comida para todo el mundo. Es una vergüenza, por supuesto, pero nosotros podemos ser la generación que termine con esta lacra si nos unimos y luchamos por ello.
Aunque el sistema alimentario es complejo y sus problemas son pluridimensionales, se sabe que las principales empresas de alimentación y bebidas ejercen una gran influencia y que sus políticas rigen la producción de alimentos, el modo en que se utilizan los recursos, y en qué medida los beneficios alcanzan a millones de personas marginadas que se sitúan en el último eslabón de sus cadenas de suministro.
Por ello, el objetivo de “Tras la marca” http://bit.ly/15DRdGJ es facilitarnos a todos los consumidores la información necesaria para conseguir que se responsabilicen de lo que ocurre en sus cadenas de suministro.
Se trata de una campaña por una nueva forma de desarrollo que respete al medio ambiente. Es una campaña sobre justicia, equidad y disminución de pobreza. Es una invitación a anteponer el bienestar de la mayoría a los intereses de unos pocos. Es una llamada a establecer un nuevo rumbo hacia la prosperidad en una era de cooperación, en lugar de competencia.
Seguramente, alguno de los lectores habrá recibido en su correo o en sus redes sociales información al respecto, porque México está incluido en el ámbito de países donde se está incidiendo.
Y es que aquí, las políticas en seguridad alimentaria no atienden la realidad a la que se enfrentan todos los días las productoras y productores mexicanos. Muestra de ello son las recientes heladas en el norte del país que acabaron con gran parte de los cultivos de maíz, sorgo, frijol, garbanzo, jitomate, otras hortalizas y frutales.
La respuesta gubernamental se tradujo en minimizar el problema y apoyar de manera inmediata a las grandes empresas que controlan la producción, almacenaje y comercialización de los productos del campo. Los pequeños productores, como siempre, fueron ignorados.
Así, no resultan extraños los datos que ha facilitado Coneval recientemente, según los cuales, además de la muerte de casi 12.000 personas al año, uno de cada cuatro habitantes de este país –alrededor de 28 millones de personas– sufre pobreza alimentaria. Entre los menores de edad, tres de cada diez (11.7 millones de niños y adolescentes) se encuentra en esa situación. Con todo, el peor escenario se vive entre la población indígena, porque el 40.5% tiene dificultades para conseguir suficientes alimentos.
Sin embargo, estoy segura de que nada tienen que ver los milagros. El éxito se obtiene denunciando las situaciones y exigiendo que se respeten los derechos de las personas. En este sentido, hoy quiero romper una lanza en favor de esas organizaciones que, con sus iniciativas, contribuyen a mejorar la vida de millones de personas.
Una de esas organizaciones es Intermon Oxfam, una agencia de cooperación internacional y ayuda humanitaria que trabaja en más de 90 países para lograr un cambio sostenible. Hace poco tiempo pusieron en marcha “Tras la marca”, una acción que busca ayudar a construir un mundo en el que todas las personas tengan suficientes alimentos.
“Tras la marca” www.traslamarca.org, que forma parte de su campaña “Crece”, evalúa las políticas de abastecimiento agrícola de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas del mundo. Dicha evaluación se centra exclusivamente en los productos básicos procedentes de países en desarrollo.
Tres de esas compañías son Nestlé, Mars y Mondelez, quienes compran más del 30% del cacao que se cultiva en todo el mundo. Desgraciadamente, en sus cadenas de producción las mujeres son tratadas de manera injusta, tanto si son productoras, como recolectoras, empaquetadoras o vendedoras.
Sin embargo, la campaña emprendida por Intermón Oxfam y apoyada por miles de personas, ha dado como resultado que tanto Mars como Nestlé se hayan comprometido a examinar y mejorar las condiciones en que trabajan las mujeres que producen su cacao.
Según la organización, ambas compañías han prometido desarrollar un plan de acción y trabajar para adherirse a los Principios para el Empoderamiento de la Mujer de las Naciones Unidas, así como a colaborar con las organizaciones del sector para abordar las cuestiones de género.
Y parece que no son meras palabras, porque, hace unos días, Mars anunció públicamente que firmará los “principios” antes del uno de mayo próximo y que, a lo largo de 2014, "ayudará a establecer las bases para una valoración de la igualdad de género en todo el sector del cacao, examinando los datos existentes sobre este asunto a nivel mundial y utilizando dichos estudios para identificar los objetivos alcanzados". En este sentido, la empresa ha explicado que, antes de enero de 2015, defenderá un nuevo proyecto sobre la igualdad de género junto a organizaciones seleccionadas y ofrecerá ayuda para la puesta en marcha de un plan de acción en colaboración con los diferentes agentes del sector.
Es muy importante destacar que este cambio se ha producido tan solo un mes después de que Oxfam lanzase la campaña por internet, en la que hacía un llamamiento a “cambiar la manera en la que funcionan las grandes empresas que están detrás de tus marcas favoritas”. En tan solo unas semanas, se enviaron miles de tuits a las empresas y hubo miles de comentarios y publicaciones compartidas a través de Facebook. En esta acción participaron más de 60.000 personas.
Ahora queda conseguir lo mismo con Mondez, aseguran en Intermón. Esta empresa, que controla el 15% del mercado mundial de chocolate, emplea a miles de personas, y aún no ha adoptado ninguna medida.
Millones de personas pasan hambre
Hoy en día, en todo el mundo, una de cada ocho personas se va a la cama con hambre. Desgraciada, y curiosamente, la mayoría de ellas son agricultores o trabajadores agrícolas que abastecen a ese sistema alimentario que les ignora. Sin embargo, hay suficiente comida para todo el mundo. Es una vergüenza, por supuesto, pero nosotros podemos ser la generación que termine con esta lacra si nos unimos y luchamos por ello.
Aunque el sistema alimentario es complejo y sus problemas son pluridimensionales, se sabe que las principales empresas de alimentación y bebidas ejercen una gran influencia y que sus políticas rigen la producción de alimentos, el modo en que se utilizan los recursos, y en qué medida los beneficios alcanzan a millones de personas marginadas que se sitúan en el último eslabón de sus cadenas de suministro.
Por ello, el objetivo de “Tras la marca” http://bit.ly/15DRdGJ es facilitarnos a todos los consumidores la información necesaria para conseguir que se responsabilicen de lo que ocurre en sus cadenas de suministro.
¿Qué es “Crece”?
Se trata de una campaña por una nueva forma de desarrollo que respete al medio ambiente. Es una campaña sobre justicia, equidad y disminución de pobreza. Es una invitación a anteponer el bienestar de la mayoría a los intereses de unos pocos. Es una llamada a establecer un nuevo rumbo hacia la prosperidad en una era de cooperación, en lugar de competencia.
Seguramente, alguno de los lectores habrá recibido en su correo o en sus redes sociales información al respecto, porque México está incluido en el ámbito de países donde se está incidiendo.
Y es que aquí, las políticas en seguridad alimentaria no atienden la realidad a la que se enfrentan todos los días las productoras y productores mexicanos. Muestra de ello son las recientes heladas en el norte del país que acabaron con gran parte de los cultivos de maíz, sorgo, frijol, garbanzo, jitomate, otras hortalizas y frutales.
La respuesta gubernamental se tradujo en minimizar el problema y apoyar de manera inmediata a las grandes empresas que controlan la producción, almacenaje y comercialización de los productos del campo. Los pequeños productores, como siempre, fueron ignorados.
Así, no resultan extraños los datos que ha facilitado Coneval recientemente, según los cuales, además de la muerte de casi 12.000 personas al año, uno de cada cuatro habitantes de este país –alrededor de 28 millones de personas– sufre pobreza alimentaria. Entre los menores de edad, tres de cada diez (11.7 millones de niños y adolescentes) se encuentra en esa situación. Con todo, el peor escenario se vive entre la población indígena, porque el 40.5% tiene dificultades para conseguir suficientes alimentos.
Cafeteros colombianos
Las movilizaciones a través de la red están dando muy buenos resultados a la hora de presionar también a las entidades gubernamentales. Hace un par de semanas, el Movimiento por la Defensa y La Dignidad de los Cafeteros Colombianos puso en jaque a su gobierno. Miles de pequeños y medianos caficultores en Colombia bloquearon las principales carreteras de los departamentos donde se concentra el cultivo del café, para protestar por lo que han calificado como un abandono del gobierno en uno de los momentos de mayor crisis por la que atraviesan los agricultores del grano en el país. También ellos han recurrido a las redes sociales para denunciar la situación que viven. Esta es su página de Facebook https://www.facebook.com/MiCaficultura
Por todo ello, porque hay demasiada necesidad, porque hay demasiadas injusticias, porque hay mucho trabajo por hacer, cada uno de nosotros debemos platearnos no “qué es lo que pueden” hacer nuestros mandatarios para solucionar los problemas, sino “qué podemos” hacer cada uno de nosotros para que el mundo sea más justo. Hoy en día, ya no hay excusa que justifique no “movilizarse”, porque las redes sociales nos ofrecen la posibilidad de implicarnos sin movernos de nuestra casa. Cada granito de arena que aportemos hoy, puede contribuir a crear una hermosa playa mañana.
Comparto la visión, asi como el hecho que las redes sociales alientan la participación y la comunicación, saltando por encima de todas la s trabas, limitaciones y grupo sde control informativo, aproximando la capacidad de comunicar a todos los ciudadanos de manera fácil y rápida.
ResponderBorrarJuanjo
Hola, Juanjo!
ResponderBorrarSe me ocurrió este tema porque aquí hay muy poca participación en redes. En realidad, es que llevan sólo unos años usándolas y les falta "rodaje". Creo que, realmente, es un "arma" para todos y de gran potencia si se usa adecuadamente.
Saludos!