Un simulador de órganos para reducir los ensayos con animales

simulador de órganos
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Científicos de la Universidad de Harvard están desarrollando un dispositivo basado en un chip capaz de simular los complicados comportamientos mecánicos y bioquímicos de los órganos humanos. Pequeños dispositivos que tiene como fin reducir el número de ensayos con animales.

Un motivo de alegría para todos los amantes de los animales que además también servirá para acelerar el desarrollo de medicamentos. Los investigadores esperan que el dispositivo, que ocuparía el tamaño de una fotocopiadora de oficina, esté listo para lanzarlo al mercado en los próximos cinco años.

Según el científico Donald Ingber, fundador del Instituto Wyss en la Universidad de Harvard, el equipo se está moviendo rápidamente para la construcción de un instrumento que podría ser utilizado por cualquier persona. Ingber y sus colegas ya han probado dispositivos que son capaces de imitar con precisión el pulmón, corazón, hígado, riñón, intestino, páncreas, piel y médula ósea. Su trabajo Lung-on-a-Chip fue recientemente galardonado por su avance en la sustitución, mejora y reducción de la investigación con animales. Según el investigador:

    Lung-on-a-Chip y otros chips de órganos que tenemos en desarrollo representan una primera oleada de nuevos enfoques alternativos a la experimentación con animales. Creemos y esperamos que se modifique la forma en la que se trabaja para desarrollar nuevos fármacos en el futuro.

Aunque cada chip tiene un diseño único, todos consisten esencialmente en una serie de canales y membranas alineadas con las células humanas. Como el fluido o el aire que pasa a través de los canales, los científicos pueden controlar la respuesta de las células.

El objetivo del proyecto es dar a las empresas y laboratorios farmacéuticos un sistema que simule múltiples órganos que funcionan al mismo tiempo como un cuerpo real. De ser así, estos simuladores de órganos podrían rebajar el número de test con animales:

    Mi esperanza es que podamos sustituir el actual modelo, aunque probablemente siempre se necesitarán animales para ciertos niveles de interacción de órganos o comportamientos que no pueden imitar los chips. Pero en los próximos cinco años podríamos ver una reducción significativa.

Debido a que el dispositivo simula muy estrechamente el entorno de un pulmón real, podría permitir a los investigadores probar nuevos fármacos con una precisión más efectiva que la disponible actualmente con la tecnología de laboratorio (y sin ensayos con animales). Un trabajo que continúa en fase de pruebas y al que se espera esté listo en un plazo máximo de cinco años.


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