¡Un conflictivo 2012!


¡Se acaba 2012!
¡Se acaba 2012!
Däniken, SUIZA
Escrito por Angela Monte






Hacer un recuento de lo acontecido durante 2012 no suena fácil. Y es que lo predominante, o lo que mejor recuerda el cerebro humano, son los sucesos negativos que impactan nuestra conciencia. Más aún en estos tiempos en que las catástrofes y la violencia son el pan de cada día.

Los tiroteos de Aurora y Newtown, dos de los eventos más violentos en la historia de los Estados Unidos en los que muchos inocentes perdieron la vida a manos de personas desquiciadas, solitarias o enfermas.

En el panorama nacional mexicano... ¡bueno! creo que ya han corrido ríos de tinta para enumerar las víctimas (culpables o inocentes) de lo que fue -o sigue siendo- la guerra del narcotráfico, el poder y el dinero. Resultado de unos cuantos que, sin escrúpulo alguno, buscan el beneficio propio desestabilizando un país entero.

La política mexicana también recibió un revés inesperado cuando Enrique Peña Nieto llegó a la presidencia de la República y, con él, la sombra o la amenaza del dormido dinosaurio del PRI.

Pero no sólo la sociedad se ha vuelto violenta, cruel e insensible, el planeta también reclama lo que por años pareció no importarle al ser humano. El Huracán Sandy, en Estados Unidos, los terremotos en Indonesia e Irán, la nueva actividad volcánica del Popocatépetl, son sólo algunas de las muestras del descontento de la naturaleza por el abuso humano de sus recursos naturales de los que este año tampoco se salvó.

En el renglón de la economía también ocurrió lo impensable, el viejo continente vive una de sus peores crisis en mucho tiempo. Países tan seguros como España o Suiza -por citar sólo algunos- mantienen altas tasas de desempleo que afectan directamente su estabilidad y la de sus países
vecinos.
 
De los que están en vías de desarrollo, mejor ni hablemos. Los más, siguen sumidos en la pobreza y el hambre; otros, bajo las garras de dictadores o extremistas religiosos incapaces de dejar el poder.

En el deporte, los escándalos de dopaje por ciertas estrellas de este rubro como Lance Armstrong, también han ocupado titulares noticiosos.

2012, un año complicado para el mundo entero.
Pero no todo es negro. Retomando el ámbito mexicano, 2012 también nos tocó otras fibras de nuestro cuerpo como la respuesta de los mexicanos en las pasadas elecciones presidenciales, sobre todo las manifestaciones de los jóvenes -y algunos no tan jóvenes- antes y después de las mismas.

El resultado de dicha elección no fue cómo se esperaba, pero sentó un precedente en nuestra historia política y marcó una linea de seguimiento para el ganador.
 
Otros punto de satisfacción y orgullo fueron la captura de algunos grandes capos de la droga, la estabilización económica que permaneció en niveles óptimos, la participación medianamente buena de la delegación mexicana en los Juegos Olímpicos de Londres (principalmente la medalla de oro que obtenida por nuestra selección mexicana de futbol) o la producción cada vez mas boyante del cine mexicano de calidad -alabado internacionalmente-.

Volviendo a lo internacional, el austriaco Félix Baumgartner conquistó el espacio sin más aditamentos que un paracaídas, saltando desde una altura inimaginable a la que llegó en un globo aerostático.

Las monarquías europeas bajaron su nivel de escándalos -aunque la española entró con calzador en este rubro- y se aplicaron a seguir poblando este gremio con nuevos herederos de coronas o reinos.

Lo más disfrutable de 2012 fue comprobar, a pesar de los pesares, que las profecías mayas no fueron interpretadas correctamente por ninguno de los "expertos" que auguraban el fin del mundo. 
 
En vano se publicaron libros y artículos previniéndonos de la debacle universal que, al final, no sucedió. A partir de cero otra vez y a estudiar ese tan llevado y traído calendario Maya.

Aún así, todo período de tiempo contiene elementos positivos y negativos, el año que ahora termina no puede ser la excepción. La clave está en quedarse con lo bueno y aprender de lo negativo para crecer como seres pensantes y contribuir con nuestro granito de arena a un mundo mejor.

Tragedias van y vienen, sorpresas siempre las habrá, pero lo que no nos puede quitar nadie es la esperanza de que todo tiempo por venir puede ser mejor. Yo los invito a que para ustedes y para los que les rodean, 2013 sea el año de la esperanza. ¡Qué la esperanza nunca muera!

¡Feliz 2013, raza! 

Comentarios