México empieza a reconstruirse

México.
Torreón, MÉXICO
Escrito por Juan Noé Fernández






Lo único bueno que deja el 2012 a México y los mexicanos es que terminó el aciago sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

Lo no tan bueno es que llega un nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, que ha iniciado su mandato en estricto apego a la realidad, más mal que el arranque de la administración calderoniana.

Lo peor es que el escenario, en perspectiva, no es nada halagüeño y que en términos numéricos, la famosa macroeconomía, los resultados de excelencia en este apartado, no son como los pintan –ni los difunden- los agoreros del sistema.

Y lo trágico: que hubo cambio de nombres, de hombres y de partido en el poder, pero que en esencia es el mismo sistema político el que prevalece y prevalecerá.

Los mexicanos, con tantos tropezones y rezagos en el sector de la educación, no aprendemos la lección. Quién sabe qué debe o tenga que suceder para que nos animemos, todos, los miserables, los pobres, la clase media y pa´ rriba, para que este hermoso país, esta gran nación, este enorme y rico territorio que ocupamos, en verdad sea el espacio donde haya justicia y bienestar para todos y no para unos cuantos.

Estragos del calderoniato: 

México perdió libertad económica, se ubica en el lugar 91 de 144. Este renglón se mide por los costos que absorbe el sector privado por la delincuencia; la confiabilidad en sus policías; la integridad del sistema legal, la imparcialidad en los tribunales y la independencia judicial.

México, de forma importante perdió su libertad de prensa. 

México, a decir de organizaciones internacionales, es el país más peligroso para hacer periodismo en Latinoamérica. Son más de 130 los comunicadores caídos y desaparecidos en los dos últimos sexenios (panistas, ambos).

México perdió a más de 83 mil habitantes que fueron asesinadas durante el sexenio, como consecuencia del “combate” al crimen organizado.

México siguió siendo un país corrupto.

México es maravilloso en el discurso oficial, y una tragedia en la realidad social.

México privilegia a los grupos poderosos y menosprecia –con base a los resultados- a los vulnerables.

México, en el sexenio de Felipe, incrementó su universo de pobres otros 10 millones de personas.

México, según estudiosos, tendrá una inflación en 2013 del 3.6 por ciento; y un crecimiento del PIB estimado en 3.2. O sea, decrecerá.

'México no está perdido, pero andaba extraviado'.'México no está perdido, pero andaba extraviado'.
México vive un proceso de desindustrialización desde hace por lo menos 20 años, y se agrava con la desaparición de algunos sectores desatendidos por el gobierno con la puesta en vigor del Tratado de Libre Comercio; esto precipitó la extinción de pequeñas industrias, ante la apertura de las fronteras.

México no se encuentra.
México camina sin brújula.
México no está perdido, pero anda extraviado.
México no es un país democrático porque su gente no es democrática.
México está en el limbo.

México llega a un 2013 debilitado, pero con la esperanza, ante un nuevo año, de hallarle la cuadratura al círculo.

México no está en crisis. La crisis está en México como consecuencia de un larguísimo sistema de gobierno que ya dio lo que tenía que dar; pero que se aferra, por las bondades y privilegios autoadjudicados por la clase política y económica, a mantenerse en el poder, aún a costa de las grandes mayorías deseducadas, manipuladas y enajenadas.

México, en este momento, empieza a deconstruirse para reconstruirse.

México cambió de gobierno, pero no de sistema. Pero en México también emergió una nueva generación de jóvenes. ¡Es la apuesta al cambio! 

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