Agenda Políticoa | Miguel Acosta
El gobernador del estado hizo cuando debía hacer para conseguir que la obligada sustitución de uno de los dos candidatos al Senado fuera, precisamente, el exalcalde de Colima y lo consiguió. No es algo fácil ganarle al CEN del PRI, sobre todo siendo gobernador de un estado que apenas aporta el 0.6 por ciento de la votación nacional, pero Anguiano Moreno obtuvo lo que se propuso: primero hizo candidato a Nabor Ochoa López por el Verde y luego, en el juego de las sillas en que se convirtió el hecho de cumplir a contrarreloj la cuota de género, logró para su grupo la otra candidatura.
Por ello, desde mi punto de vista, el gobernador hizo muy bien su tarea. Muy bien. Tanto, que logró su objetivo de sobra: las dos candidaturas a la senaduría son para su grupo y las otras dos para los restos del llamado “grupo universidad”.
Mario Anguiano Moreno es otro gobernador que se impone a la dirigencia nacional de su partido. El otro fue Silverio Cavazos.
Ahora bien, esta situación dejó en claro que en el CEN del PRI hay quienes dejaron de hacer su trabajo y el que hicieron, lo realizaron de la peor forma posible. Desdeñaron la sentencia del TEPJF del 30 de noviembre del año pasado y se llamaron a sorprendidos, y hasta se inventaron una paradoja: la del cumplimiento de la sentencia en cuanto a la cuota de género y los procesos internos democráticos para la elección de candidatos a cargos federales. Adujeron que eran derechos, el de la cuota de género y el de ser electos a un cargo de elección popular, mutuamente excluyentes.
A la imposición de candidatos le llamaron “procesos democráticos” y al impedimento de que se registraran quienes lo desearan, le llamaron “desinterés”. Tuvieron cuatro meses para analizar a fondo la situación, pero les importó poco. Más aún, hubo algunos que, con sorna, llegaron a decir que no pasaba nada, que pagaban la multa y ya.
Todos querían salir en la foto con Enrique Peña Nieto. Muchos andaban en la lucha por alcanzar una senaduría, una diputación federal, por cualquier a de las dos vías, o de integrarse al comité nacional de campaña.
Nadie, quería saber nada del cumplimiento de la sentencia del 30 de noviembre de 2011. Lo peor no fue eso, sino el triste espectáculo dado por Pedro Joaquín Coldwell, diciendo que apelarían en el TEPJE contra el IFE ¡¡¡porque el IFE los quería hacer cumplir a fuerzas la sentencia del 30 de noviembre de 2011 del propio TEPJF!!!
¿Se imagina usted el ridículo que esa declaración significó? Actuaron como el clásico perdedor: le echaron la culpa de sus propios desatinos al árbitro.
En fin, un aplauso y mi reconocimiento para el gran trabajo de operación política que realizó el gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno, para desplazar a Nacho Peralta y sustituirlo por Mely Romero en la primera fórmula al senado.
Por lo demás, no hay ningún problema para el triunfo de los candidatos del PRI, porque, más allá de las personalidades, la estructura priista hará cuanto sea necesario para obtener la victoria.
En fin, veremos y comentaremos.
Tres Comentarios al Margen
1. Martín Flores Castañeda fue claro y preciso al señalar que todos aquellos priistas que decidan aceptar competir por un partido con el que el PRI no vaya aliado, pierde su militancia de inmediato y no es necesario iniciarle un proceso de expulsión, pues así lo determinan los estatutos. Esto fue en función de que Francisco Campos, exalcalde Minatitlán, Carlos Aguirre, Exdirigente del organismo empresarial priista y exsecretario de Fomento Económico durante el gobierno de Fernando Moreno Peña, y Petronilo Vázquez Vuelvas, exjefe de Comunicación Social de la Secretaría de Salud y Asistencia, durante el gobierno de Carlos de la Madrid, aceptaron ser candidatos a alcalde Minatitlán, diputado al Primer distrito y alcalde de Villa de Alvarez, respectivamente.
Francisco Campos anunció que renunciaba al PRI, los otros dos dijeron ser candidatos externos del Verde.
2. Hoy inician las campañas federales. Enrique Peña Nieto lo hará en Guadalajara. Seguramente habrá más sorpresas.
3. ¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada?. E. M. Ciorán
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