150 mil víctimas

Claroscuros | Luis Ignacio Sánchez


Las cosas no le van muy bien al gobierno calderonista con respecto a la aceptación de su estrategia contra el crimen. Las críticas han sido pronunciadas por las más diversas voces, tanto al interior del territorio nacional como en el exterior, sin embargo, es dudoso que el titular del ejecutivo federal mexicano hubiese podido prever que representantes (más que acreditados) de nuestro vecino del norte y —supuesto— socio en la batalla contra el crimen organizado, hubieran podido declarar que las víctimas por la violencia entre los cárteles ascendieran a la escandalosa cifra de 150 mil muertos, cuando la cifra oficial es dos veces menor, es decir, de 50 mil bajas.

Al menos esto fue lo que dijo el secretario de la Defensa de los Estados Unidos, Leon Panetta, en el marco de la reunión trilateral de titulares de Defensa de Canadá, Estados Unidos y México, celebrado en Ottawa. Esto, como es lógico, provocó la inmediata reacción de las secretarías de la Defensa y Marina mexicanas, que desmintieron lo dicho por Panetta afirmando que dicha cifra se refería al número de víctimas pero en el continente americano en el transcurso de un año.

Lo que suscita curiosidad es el por qué en una reunión trilateral compuesta por los países del norte de América se manejara una cifra continental, ¿Qué relevancia para una estrategia regional tendría el conocimiento de las muertes ocurridas en todo el continente durante todo un año? Es más, ¿a qué año en específico hace referencia la cifra? ¿las bajas registradas corresponden exclusivamente a los asesinatos de miembros de cárteles rivales o, por lo contrario, incluyen también a los llamados “daños colaterales”?

El supuesto error en que incurrió el secretario Panetta puede servirnos para reflexionar sobre lo que realmente sucede en nuestro país con respecto a la cantidad de fallecimientos que, como resultado del combate a los cárteles de la droga, se han registrado. Por tanto, no parece ocioso destacar que las cifras que los medios de comunicación manejan son las dadas por instancias oficiales. Los diversos órganos del gobierno podrían estar maquillando —previo acuerdo entre ellos para no contradecirse mutuamente— las cifras de manera descarada. Y si bien 50 mil fallecimientos podrían parecernos un verdadero horror digno de las más duras críticas, resultaría ser una cifra baja y hasta manejable en términos de legitimidad política si la comparamos con la que dio (tal vez de manera accidental), Leon Panetta que, de ser cierta, terminaría de desacreditar la desastrosa manera en que el gobierno federal ha conducido esta “guerra” contra el narcotráfico.

Agreguemos a esto el poder cada vez mayor de los cárteles mexicanos, que han extendido sus redes de influencia a diversos países, incluido a nuestro honesto y siempre bien portado vecino del norte, cuyos habitantes, entre los que se podrían contar a varios militares, no opondrían resistencia alguna para hacer negocios con las mafias mexicanas. El ejemplo más reciente lo da el teniente del ejército estadounidense Kevin Corley (identificado por algunos medios como sargento), quien ofreció vender armas, proveer de entrenamiento militar especializado y hasta realizar wet works (trabajos mojados, entendidos como ejecuciones) a favor de los miembros del cártel de los Zetas a cambio de jugosas sumas de dinero.

Ante una situación tan compleja como la que se vive actualmente, y que amenaza con extenderse ahora a territorio estadounidense de manera mucho más activa y decisiva (Canadá está lo suficientemente lejos para sentirse a salvo por el momento), no queda más que esperar que reuniones como en la que Panetta hizo sus declaraciones sirvan para tomar decisiones que no incluyan solamente el combate por medio de las armas que, al menos en México, ha probado ser desastrosa, en especial a la luz de las probables 150 mil víctimas.
                                                                                                                    
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Comentarios

  1. Excelente columna mi hermano, felicidades y como siempre tienes la boca atascada de razon,atte izquierdo

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