¿Ya ganó Peña Nieto?

La Sana Distancia | Jorge Diaz


La mayoría de quienes opinan sobre la situación electoral actual, toman en cuenta como herramienta valiosa las encuestas, mas o menos todos, consideran aquellas levantadas por las más prestigiadas casas que se dedican a esta labor en nuestro país y le dan toda clase de interpretaciones, libres como son (quiero suponer) de decir lo que piensan sobre las cifras que arrojan los trabajos realizados por las casas encuestadoras, están en el riesgo (asumido) de acertar en el análisis, quedar cerca del pronóstico o equivocarse garrafalmente.

Dicho lo anterior y asumiendo el riego, propongo una interrogante a propósito de la más reciente encuesta publicada por El Universal/Buendía&Laredo el 20 de febrero del presente: ¿Ya ganó Peña Nieto?

Me explico, si nos detenemos a ver una parte de la encuesta realizada que toma en cuenta la seguridad que tienen los encuestados sobre quién votar y habiendo confirmado expresamente que ya no cambiarán su voto, el escenario es más que critico para los adversarios del mexiquense. Cabe señalar que dicha encuesta, procuró abarcar todos los niveles sociodemográficos del espectro electoral. Los resultados en el renglón en que me he detenido son los siguientes:


  • Casi 6 de cada 10 encuestados declaran que ya están seguros de por quién van a votar, 26% dice que podría cambiar su voto y 15% no respondió.
  • 71% de quienes piensan votar por Vázquez Mota dicen estar seguros de su decisión; 
  • Para Enrique Peña Nieto este porcentaje asciende a 74%, y, 
  • El 69% de los votantes actuales de López Obrador no piensan cambiar su decisión.


Si se considera que cuatro de cada diez todavía no están seguros y dividirán su voto entre los tres principales contendientes, la anulación o abstención; la proporción de ventaja del priista es prácticamente irremontable. Además, quienes considerarían cambiar su voto, forzosamente habrán de escoger entre las tres opciones y no sólo por PAN y PRD, lo que abona aun un poco más de votos para el candidato priista, sería ilógico pensar en otro sentido por lo que proporcionalmente, las cifras se moverían pocos puntos, nada que inquiete a Peña Nieto.

Aclaro que tengo la firme convicción de que esta elección será de tercios y no de dos opciones punteras (polarizando al electorado, como muchos vaticinan) y un tercer lugar desplomado, y creo que los datos anteriores refuerzan mi pensamiento: los duros no cambiarán su voto; es decir, ni AMLO ni Josefina, verán una fuga masiva de votos sólo por hacerlo “útil” como ocurrió en el 2000. Insisto, el final será de tres y ahí radica la ventaja para el de Atlacomulco.

Entonces, si las proporciones están en un sesenta porciento definidas y asignándole los mismos porcentajes de intención (porque es lo lógico) al cuarenta porciento indeciso, es prácticamente imposible que cambien por más guerra sucia que estén dispuestos a jugar los adversarios (tomando en cuenta el dicho de los propios encuestados), por eso la pregunta del principio: ¿Ya ganó Peña Nieto? Es pregunta ¿eh?

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