La Sana Distancia | Jorge Diaz
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Toda
vez que la campaña para definir al candidato a la presidencia de la república
por el PAN ha iniciado, parece cualquier cosa menos interna.
Los
precandidatos se han concentrado en atraer los reflectores mediante ataques a
los aspirantes de los otros partidos, en lugar de contrastar las ideas de sus
reales contrincantes: los compañeros de partido también inscritos como
precandidatos.
Ahí
tienen a Ernesto Cordero que no abandona su actitud de porro, tirando a diestra
y siniestra en una riña a la que todavía nadie lo ha invitado, sus ideas pasan
a segundo plano debido a su afán por tirarle a un Peña Nieto que ni lo ve, ni
lo escucha. Mandándole pasteles para que no se le olvide el error de Diciembre
y el desastre financiero en el que los predecesores del priista tienen a México,
no será como gane las simpatías al interior del PAN. No hay gracia, no hay
propuestas, no hay nada.
Luego
Santiago Creel, poniéndose el saco después de la declaración de López Obrador
en sentido de manifestar su intención de invitar a Ebrard a la Secretaría de
Gobernación y a De la Fuente a la SEP en caso de llegar a la presidencia, el
panista (a quien tampoco ve y escucha el de Macuspana) sale a declarar que
“para soltar nombres, cualquiera”. En ningún sentido debe ser esa la
preocupación del precandidato, sus números lo ubican en una situación muy
difícil, por lo que la estrategia debería ser fijar su atención en derrotar a
Josefina, a menos que no quiera ser candidato.
Mientras
tanto, Josefina Vázquez Mota se desborda en alabanzas al régimen de Felipe
Calderón y se lanza al cuello priista tachándolos de “Corruptos y
antidemocráticos”, lo cual ya sabemos y no dista mucho de la percepción que una
gran cantidad de mexicanos tenemos de las administraciones panistas. Total que
por una u otra razón, los precandidatos azules se olvidan de hacer una
competencia real entre ellos para ver quién tiene un mejor proyecto y en
consecuencia, obtener el voto de los panistas.
Más
parece ser una estrategia en donde todo está definido y la intención es
precisamente ocupar todo el tiempo que la ley les otorga para, de una vez, ir
golpeando al puntero en la contienda presidencial y de pasada, darle un arrimón
al Tabasqueño, pero entre ellos, nada, no hay ideas ni competencia sólo los
spots de televisión (bastante fresas por cierto).
La
vaciedad de nuestros políticos y su interés real por conseguir objetivos que
nada tienen que ver con el beneficio de la mayoría, está llegando a un nivel de
cinismo inimaginable, lo de sus precampañas nadie se lo cree, ellos sólo están
tomando los recursos (en tiempo y dinero) para comenzar ya, la campaña (sucia
quizá) contra los otros aspirantes. No creo que los de enfrente (PRI y PRD) se
vayan a quedar de brazos cruzados (la naturaleza es la misma), lo que remarco
es que en el caso panista, todo parece indicar que no pueden solos y por eso se
echaron en bolita.
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Hasta ahora parece ser que el mejor candidato del PAN es Santiago Creel. Se muestra propositivo, congruente. Con un candidato como el sera más dificil vencer al PRI.
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