México en el Centro | Alejandro Toral
Segui @ef_tocho
Última parada para 2012
Michoacán,
durante este sexenio, ha sido un Estado clave para el Presidente Felipe Calderón:
su entidad natal y la primera en experimentar la “estrategia” de la guerra
contra el crimen organizado, por la presencia de los cárteles de La Familia,
ahora dividido en Caballeros Templarios, y de los Beltrán Leyva; mediante el
“Operativo Conjunto Michoacán” en 2007 y posteriormente el llamado
“Michoacanazo”, ejercicios done han muerto 66 efectivos federales, siendo la
entidad con mayor número, que pretendieron erradicar la violencia que se vivía
en el Estado.
Las
acciones federales y locales no han dado resultado, el gobernador Leonel Godoy,
en diciembre de 2010, dijo que la violencia ha empeorado en la entidad y pidió
que se incluyera la investigación científica, entre otras medidas, para
combatir al crimen. Los hechos más tangibles han sido los asesinatos de 15
funcionarios de seguridad pública, 2 alcaldes y dimisión de varios candidatos,
en 2009 y 2011, por presiones del crimen organizado desde el comienzo del
Operativo Conjunto Michoacán; el más reciente, el asesinato del alcalde de La
Piedad el pasado 2 de noviembre, mientras colocaba publicidad para la candidata
panista a gobernadora.
Ante
este contexto, las elecciones para renovar diputaciones, alcaldías y
gubernatura estatales se llevarían a cabo, pero para esto debía de garantizarse
la seguridad de los votantes. El Secretario de Seguridad estatal pidió se
desplegaran 10,000 efectivos, 800 vehículos y 17 aeronaves en 18 municipios “focos
rojos”, siendo los más peligrosos: Apatzingán, Cherán, La Piedad, Tanhuato y
Ziracuartiro; ubicados al occidente del Estado, tal operativo duraría hasta el
20 de noviembre para prevenir problemas post electorales. Un caso especial fue
Cherán donde pidieron realizar elecciones por medio de costumbres locales; el
Tribunal Electoral falló a favor de esa práctica en ayuntamiento, pero se
mantuvo el sufragio en diputados y gobernador.
Finalmente,
el 13 de noviembre llegó para dar cabida a las elecciones; lo importante en
este ejercicio democrático no era el resultado final, el cual no tenía tanta
relevancia en la gente, sino la seguridad y que no se fueran a cometer
balaceras, secuestros o toma de casillas por la delincuencia organizada. Al
término de la jornada, afortunadamente las elecciones tuvieron una jornada
pacífica salvo la presencia de presuntos vehículos violentos en Uruapan, donde
se pidió proteger tres casillas electorales; y el robo de 100 boletas
electorales en Nahuatzen, la Presidente del Instituto Electoral local comentó
posteriormente que la denuncia ya se había presentado.
Curiosamente,
los reales problemas vendrían después de la jornada electoral, cuando los tres
candidatos, lamentablemente, se auto proclamaron ganadores de las elecciones,
abriendo brecha para la confrontación debido al cerrado resultado. Según el Instituto Electoral, al 100% de casillas
contabilizadas, el candidato del PRI, Fausto Vallejo, ganaría la gubernatura
con 35.39%, quedando en segundo lugar la líder de encuestas pre-electorales, la
panista Luis María Calderón, hermana del Presidente, con 32.67%; quedando solo
a tres puntos porcentuales de diferencia.
Las
denuncias post electorales no se hicieron esperar. El candidato del PRD,
Silvano Aureoles, denunció sobre la ilegalidad de la elección, pidiendo se
anularan los comicios, debido a que la candidata panista había recibido dinero
del gobierno federal para su campaña, rebasando los topes presupuestales;
además, el izquierdista junto con el PAN reclamaron que el candidato del PRI
había ganado por el dinero que le dio a sus simpatizantes y las listas donde
tenía los nombres de los líderes de la delincuencia organizada. Ante tales
acusaciones, Fausto Vallejo dijo que no había tal alianza, porque también los
militantes del PRI fueron amenazados.
El
resultado de las elecciones da pie a urgir la necesidad de una segunda vuelta
electoral en los sufragios locales y federales, para tener una mayor
legitimidad al momento de obtener el poder. Curiosamente, tomando ventaja de la
cerrada votación, Luisa María Calderón está pidiendo el conteo casilla por
casilla para asegurarse que ella quedó en segundo lugar, parecería un déja vu para su hermano, el Presidente
Calderón, en 2006, solo que del otro lado de la moneda.
El
mensaje de los votantes también es claro, quitando al PRD de la gubernatura por
no haber podido desarrollar eficientemente al Estado desde 2002, año en el que
se logró la alternancia en el poder. El PRI regresa y sigue cumpliendo su
objetivo de obtener el carro completo, en esta última parada para el 2012. Sin
embargo, tal vez queda por ver más sucesos en las próximas semanas cuando se
presenten las supuestas pruebas de ilegalidad en la elección, esperemos que
sean por la vía pacífica y no arrastren a la entidad hacia una violencia
post-electoral que agravaría aún más el problema de seguridad que ya viven los
michoacanos en sus hogares.
Comentarios
Publicar un comentario
Hacer un Comentario