Después del día de muertos


La sana Distancia | Jorge Diaz

Es probable que las palabras y declaraciones de Felipe Calderón ya no sean tomadas en cuenta por los actores políticos y hasta funcionarios de su administración, pues éstos ya se preparan para lo que viene. Sin embargo, lo que el Presidente haga de aquí a que deje Los Pinos, seguirá influyendo en nuestras vidas.

Hasta ahora los mexicanos no hemos visto resultados parciales; mucho menos contundentes, que nos den a entender un triunfo sobre el crimen organizado, pero la cuenta de muertos sigue en aumento, las drogas se siguen traficando y produciendo, los capos se siguen llenando los bolsillos y la inseguridad a todo lo que da.

Se le escucha a Calderón reclamar (como para repartir culpas), a los presidentes municipales y Gobernadores. Los responsabiliza en parte de las muertes y violencia que impera en sus entidades. Si no sabía con qué apoyo iba a contar por parte de esos caciques ¿para qué empezó una guerra que de todas formas iba a perder?

Si no mal recuerdo, hace poco él o el secretario de gobernación, Blake, comentaron algo en sentido de replantear la estrategia escuchando diferentes voces, tanto de especialistas como de los ciudadanos, patrañas.

Lo cierto es que pronto llegaremos a cincuenta mil muertos y contando. No se le ve a Calderón la intención de bajar la guardia, puesto que para los líderes del mundo entero, el retroceder en las decisiones es señal de debilidad; por lo tanto, su mal planteada guerra seguirá desangrando el país.

Es importante cuestionar a los aspirantes a suceder al presidente sobre los muertos; que no del empleo, sobre su intención de continuar o no con esta misma estrategia, puesto que México ya no aguantaría una sangría mayor y las consecuencias serían catastróficas para todos, puesto que supondrían un descontento tal, que llevaría a disturbios e ingobernabilidad incontrolables.

Por lo pronto, el día de muertos en nuestro país seguirá padeciéndose después del reciente Día de Muertos, de aquí a que Felipe se vaya. Yo lo siento por los Michoacanos, pues todo parece indicar que le darán hogar a sus ideas por otros seis años, ya que existe el riesgo de ponerse por medio de la “Cocoa” a jugar a las guerritas inútiles, solo que en un territorio más pequeño.






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