¿Qué le damos a Marcelo?




                         




El martes pasado Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno capitalino, rindió su informe de Gobierno. No tiene mucho caso repetir lo que ahí presumió, más o menos todos lo hacen. Aunque vale la pena resaltar que eso que presumen, no en todas las ocasiones es verdad, pero afortunadamente para algunos en esta ocasión sí lo fue. Lo dicho por Marcelo está a la vista de los habitantes de la ciudad más grande de México.

Eso otorga credibilidad, habla bien de un gobernante, anima a quienes están de acuerdo con él para empujarlo a llevar a cabo retos más grandes e importantes, como lanzarse por la candidatura de su partido o de cualquier otro, para pelear por la presidencia de México.

Sin embargo; es una carga pesada la de Marcelo al tener enfrente un personaje que ha estado en campaña más de seis años y con una reputación de peleonero que no se la quita el más ferviente de sus seguidores, ni la virgencita MORENA.

Infiltrado el PRD de lopezobradoristas y teniendo otros partidos de izquierda comprometidos con el tabasqueño, la empresa de Ebrard se antoja difícil, pero las grandes hazañas son parte de los retos de quienes aspiran a ser líderes de una nación.

Marcelo ha demostrado poder sortear las vicisitudes y gobernar con un equilibrio no perfecto, pero en comparación con los otros aspirantes a la silla del águila, mejor. No está loco de protagonismo, actitud que termina por desgastar mucho la figura de un líder, es pacifista, le ha procurado paz al Distrito Federal (quién no la quiere para sus ciudades) y las condiciones de vida en la gran urbe están mejorando de forma evidente.

Veamos: en toda empresa piden experiencia, referencias personales e historia de éxito comprobable para el puesto al que el aspirante aplica, entonces es menester de los mexicanos en edad de votar, someter a los posibles candidatos al mismo escrutinio.

Cordero nunca ha sido gobernante de un pueblo, sin restarle méritos a su gestión como funcionario de una de las dependencias federales más importantes del país, no ha probado todavía, su capacidad para estar al frente de un gobierno. Peña Nieto, no ha sido por mucho, el mejor Gobernador del Estado de México, pronto saldrán a relucir detalles oscuros de su administración y forzosamente, se desgastará el brillo y el maquillaje de su actuación como Gobernador. Si bien AMLO no tuvo un mal desempeño como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, sus andadas como candidato en 2006 y lo que le sigue hasta ahora, deja mucho que desear, los negativos en las encuestas lo confirman.

¿Qué oportunidad se quieren dar los mexicanos? ¿Qué le vamos a pedir a los partidos políticos respecto de la selección de candidatos? ¿Qué le vamos a exigir al próximo presidente? ¿Vamos a desechar como electorado a un gobernante que no sólo ha manifestado su deseo de ser presidente, sino que ha demostrado que puede serlo? ¿Qué le vamos a dar a Marcelo?

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