Falta imaginación








       



La imaginación es una herramienta que los políticos no utilizan con frecuencia, puesto que han comprobado que en México la repetición de discursos añejos sigue funcionando entre una buena parte de la población, pero cuando los tiempos están en tu contra, la ausencia de ésta es mortal.

Los panistas dan la impresión de despertar del letargo donde estaban o donde los tenía la voluntad presidencial; sin embargo, evidencian un extravío de ideas para engancharse con el electorado, que no se explica.

Veamos; Ernesto Cordero hace sus primeras intervenciones como aspirante a la candidatura panista, detrás de sí, deja la impresión de irresponsabilidad de su parte y por supuesto de su jefe, ante un clima económico mundial que se tambalea, mientras él se va respondiendo a ambiciones personales y personalísimas por parte de Calderón. Va jalando declaraciones ofensivas hacia los mexicanos, el estigma de representar un proyecto de Gobierno que tantos califican como sanguinario y obstinado, poca simpatía dentro de su partido y casi total desconocimiento de su persona entra la población en general.

¿Qué propone?  Un ataque frontal al pasado del PRI, líder indiscutible en todas las encuestas. ¿Es así como piensa Cordero llegar a los jóvenes que viven el presente y tienen poco o nulo interés de lo que pasó antes de que nacieran? Esos que más bien están preocupadísimos en no llegar a los 25 años como perfectos ninis; o bien, ¿Le habla al electorado que cuenta con edad de recordar ese pasado priista, pero también de ser testigos de la decepción panista? Habrá de revisar bien sus discursos, porque defendiendo un presente desalentador y atacando un pasado que en todo caso es eso, pasado, no llegará muy lejos.

Santiago Creel, dando patadas de ahogado le apuesta a convocar a un debate a los tres aspirantes. Riesgoso en estos momentos en los que se está pasando por el escándalo del Casino Royale y toda la cadena de sospechas donde él mismo está involucrado por el otorgamiento de permisos a este giro de negocios, ahí podría perderlo todo. Probablemente lo que quiera es confrontar a foxistas contra calderonistas y pensar que eso lo beneficie, pero en el supuesto de que dicho debate lo posicione mejor al interior del PAN, Creel sigue sin decirnos para qué aspira al poder. No obstante que cuente con conocimiento entre los mexicanos, no es garantía de apoyo a la hora de las urnas.

Poco más apagada la semana anterior; pero sin dejar de dar nota, está Josefina Vázquez Mota. Lamentó la decisión del alcalde regiomontano Larrazabal  (corderista confeso), al no dejar su cargo por los señalamientos de posible corrupción tanto de él como de su hermano, en el caso de supuestas extorsiones a casinos en aquella entidad.

Lamentar no basta, si se quiere diferenciar de sus adversarios y del propio Presidente, Vázquez Mota debe proponer claramente, punto por punto, qué hará con la corrupción y falta de escrúpulos en su partido y; eventualmente al frente del Gobierno, para conocer su postura de forma diáfana y para que realmente aspire a representar una opción novedosa para estas elecciones.

El problema, supongo, radica en el cálculo que seguramente está haciendo Vázquez Mota sobre la reacción presidencial ante la posible derrota de su delfín en las internas, ahí cambiaría mucho la postura de la precandidata, por lo que se debe estar guardando para no perder el inmenso apoyo que supondría esto desde el aparato del Gobierno Federal, en caso de ser ella la candidata, y la todavía rescatable alianza con un presidente derrotado.

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