Si para el ciudadano involucrado en las elecciones del Estado de México, Coahuila y Nayarit, el escenario del pasado Domingo fue desalentador, derivado de la patética actuación y oferta política de sus protagonistas, para el país en su totalidad lo es a partir de las reacciones de los políticos y sus partidos después de esa contienda electoral.
No parece que las cosas puedan dar un giro a favor de México; por el contrario, si algo distinto a lo que se ve venir ocurre, será entre ellos, como siempre.
Ahí tienen que lejos de adoptar una postura diferente, propositiva y novedosa, Andrés Manuel López Obrador recurre al discurso de siempre, que si bien le dio resultados antes de 2006, él mismo se encargó de restarle credibilidad. La negativa automática de una alianza para hacer frente a la locomotora priista, no responde a otra cosa más que a su interés personal de ser él y nadie más, quien se postule como candidato presidencial por parte de la izquierda mexicana.
Como era obvio, Marcelo Ebrard le recrimina la derrota electoral al ala lopezobradorista por su cerrazón a la alianza con los otros partidos, intentando hacer presión para convencer al interior y fuera del PRD que el camino debe ser el de la unión con los otros partidos, poniéndolo a él como abanderado, por supuesto. Creo que ya es hora que Ebrard saque el coraje y enfrente al tabasqueño, ya que está muy a tiempo de contrastar su proyecto con el de MORENA.
De todas formas, la división dentro del PRD es la apuesta más sencilla, las tribus se darán con todo y muy seguramente todos saldrán perdiendo.
Por el lado del PAN, hasta se rumora la salida de su presidente Gustavo Madero. Es de esperarse que muchos panistas quieran su cabeza, no sólo por las estrepitosas derrotas, sino por la gris participación de su líder en éstas.
En el otro extremo panista; el que está en Los Pinos, se empiezan a ver los primeros signos de la pronosticada guerra sucia. En la persona de Yunes, se le lanza un misil a la maestra Elba Esther Gordillo, acusándola de exigir veinte millones de pesos mensuales para su partido durante la gestión del propio Yunes en el ISSSTE. Esto ocurrió precisamente después del anuncio de Moreira sobre su intención de iniciar formalmente un romance político con la profe; es decir, todo indica que como en el sexenio de FOX, el estiércol en mayor cantidad saldrá de la casa de Chapultepec.
Por su parte, el PRI aprendió de la estrategia de Eruviel. Se dedicarán de aquí a Julio de 2012 a administrar su ventaja, no caer en provocaciones y tratar como a menores de edad a sus adversarios.
Humberto Moreira, después de mostrarse ante la opinión pública como un brabucón, ahora sale en actitud conciliadora, amistosa y dispuesto a colaborar con el Gobierno Federal para sacar adelante las reformas pendientes. El cinismo y la hipocresía priista, contrasta con la rabia e impotencia de sus rivales.
En fin que todos van por el mismo camino y si todo sigue igual, que no se sorprenda el querido lector que en 2012 los resultados electorales serán igual que en las recientes elecciones estatales. Mientras tanto y ante la farsa que estamos presenciando, el despojo de los políticos al derecho de los ciudadanos para construir candidaturas independientes, será considerado muy pronto como un crimen y ellos tendrán que pagar la condena.
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ResponderBorrartaraba