Ayer el Presidente Felipe Calderón, se lanzó como papá regañón sobre todos los mexicanos que pedimos un alto a la violencia. Evidenció lo que será su actitud frente al problema por el resto de su sexenio. Las cosas no cambiarán.
Es decepcionante ver cómo una persona no quiere escuchar y entender el clamor popular.
Nadie le ha dicho que claudique ante el crimen organizado, lo que se le pide es que la estrategia a seguir deje menos daños, no puede ningún mandatario que se jacte de ser estadista, negar la posibilidad de la existencia de diferentes caminos para llegar a un mismo fin.
El Presidente ha sentenciado: La estrategia no variará.
Pero eso sí, ante el golpe mediático que representó para Barack Obama la supuesta muerte de Bin Laden, el Gobierno mexicano a través de la procuradora general de la República; Marisela Morales, teje una burda estrategia en su declaración para asegurar que la captura del Chapo Guzmán es prioridad para la dependencia, tratando de equiparar las situaciones. Quieren justificar su necedad a como de lugar.
Da la impresión que el Presidente Calderón se siente fortalecido ante lo ocurrido en tierras de Pakistán y ahora más que nunca se montará en el discurso intransigente. No hay empleado alguno en empresa pública o privada que se niegue a cambiar la estrategia diseñada y empleada por él mismo si sus superiores así se lo ordenan y aun así, tiene la obligación de llegar al mismo fin y cumplir las expectativas o atenerse al despido.
Y hasta donde llega mi entendimiento, el Presidente y TODOS los servidores públicos de este país, son empleados nuestros, ocupan sus puestos porque así lo decidimos los mexicanos y cobran sus sueldos (de nuestros bolsillos) para darnos un resultado, puesto que prometieron en sus campañas, ser capaces para realizar tal o cual función.
Hay quienes dicen a los que estamos en contra de la estrategia gubernamental, que propongamos opciones, a lo que yo respondería que por eso no he querido ser presidente. Sin embargo, quien quiso ser servidor público está obligado a presentarlas, ponerlas en práctica y conseguir el éxito.
Por lo tanto, Señor Presidente haga lo que sus superiores -los mexicanos- le están ordenando: Diseñe una estrategia inteligente que disminuya la criminalidad rampante de este país y minimice los daños colaterales, atrape a los delincuentes sin pasar por el alto costo de los sepulcros inútiles, ¡acabe con la violencia! y si no puede…renuncie.
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TERCO COMO EL SOLO....TERCO EL HIJO DE SU......
ResponderBorrarAcotare tu comentario, no lo decidimos todos los mexicanos, yo no vote por Calderon, a mi que me esculquen.
ResponderBorrarjunto con otros 86 millones de mexicanos.
ResponderBorrarTampoco votaron 86 millones por el peje, fueron menos que port Calderon.
ResponderBorrarY si no es tu Presidente pues vete a venezuela o Cuba, que madre haces en Mexico.
En 2004 se hiso una marcha mas de 2 millones pedimos lo mismo, alto al crimen y la respuesta del "presidenciable" AMLO fue, que estabamos idiotas (sic).
ResponderBorrarLamento la muerte del hijo de Sicilia en manos de criminales, pero la marcha debe ser extensa 57 niños han sido asesinados por "Sicarios del Bisturi" en y con la complacencia del Gobierno del Distrito Federal, o esos no deben ser acotados y denunciados porque no pueden marchar?