“Propio es de todo hombre imbécil hacerse el astuto”
(Georges Courteline)
La radiografía con diagnostico incluido, entregada por la Consultoría Stratfor con el título: Mexican Drug War 2011, es tomada como referencia por analistas, periódicos y autoridades en nuestro país, con el propósito de entender, criticar o defender posturas en torno a la multicitada guerra contra el narcotráfico que emprendió el Gobierno de Felipe Calderón casi al inicio de su gestión. Hago votos para que sirva de algo.
Es innegable el detalle preciso sobre personajes, rutas, plazas, capacidad de fuerza y movilización de las distintas organizaciones delictivas e incluso da su opinión en lo que respecta al favorecimiento del actual Gobierno hacia al cártel de Sinaloa sobre los otros cárteles, en lo que según ellos, es parte de una estrategia para disminuir la violencia. Eso del apoyo al cártel de Sinaloa por parte del Gobierno calderonista no ha sido ignorado en algunos círculos periodísticos, políticos y sociedad en general en nuestro país, hay quienes lo han señalado y no precisamente dan la misma explicación que la consultoría ofrece, pero eso es tema de otra conversación.
Lo que llama la atención, es la parte que falta en ese reporte para tener un escenario completo: ¿Qué están haciendo los vecinos del norte? México, bajo la lupa de los Estados Unidos ¿y ellos cuándo? O bien, otorgándoles el beneficio de la duda, si ellos tienen un reporte de las acciones emprendidas por su gobierno y de los principales actores del crimen en aquel país, ¿por qué no se hace público? Sería de mucha utilidad.
Si se tienen ubicadas entidades como Ciudad Victoria, San Luis Potosí, ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Durango, Torreón, Saltillo y Chihuahua, y conocen las principales carreteras que sirven de rutas directas al interior de los Estados Unidos en zonas que van desde Ciudad Juárez hasta Matamoros, ¿por qué no nos comentan las acciones llevadas a cabo de aquel lado para interceptar a los narcotraficantes? Forzosamente vulneran su frontera, de otro modo no habría negocio.
Está documentada la capacidad de fuerza de los grupos criminales en nuestro país ¿Qué nos dicen de los distribuidores de droga que operan en el suyo? ¿Cómo se les está atacando? La droga que pasa por nuestras fronteras a sus ciudades ¿Está únicamente en las calles o una parte de ella está llegando a los centros de venta autorizada a bajo costo? Es decir ¿Están comprando droga barata para después venderla legalmente? ¿Qué hay de las autoridades fronterizas norteamericanas coludidas con el narco?
¿Dónde está el reporte de los fabricantes de armas que las venden ilegalmente a los criminales mexicanos? Si se tiene la capacidad para investigar en terrenos tan peligrosos como los del narco mexicano y aun así se obtienen datos precisos, sería relativamente fácil para ellos indagar las actividades de quienes comercian legal e ilegalmente con las drogas allá y de los productores de armas que realizan actividades legales en su país e ilegales en el nuestro.
Es de esperar sendas declaraciones de aquel lado en torno a este reporte, algunas alabando lo que se ha hecho por parte del Gobierno mexicano y otras en sentido de encontrar en éste, un pretexto más para la injerencia en los asuntos de otros, pero la viga en el ojo propio, la seguirán ignorando.
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