Bluff aliancista

"El Póker es una guerra vestida de deporte.” (Charles Lamb)

Como en un juego de póker, los tahúres del PAN y PRD están en lo suyo. Las cartas todavía están arriba y la prioridad para ellos es sacar de la jugada a López Obrador de una vez por todas y descarrilar; o por lo menos inquietar, la tan presumida disciplina y unidad del PRI.

Sólo por mencionar algunos ejemplos de lo que ocurrió de domingo a martes:

Por la declaración altamente cargada de cinismo y con el propósito de ponerlo en evidencia, Cuauhtémoc Cárdenas comenzó el domingo lo que parece una intentona de debilitar al tabasqueño que mordió el anzuelo, declaró y dio de que hablar.

El lunes la UNAM lo recibe como nunca antes y lo expone de nuevo ante la opinión pública nacional, con la clara intención de disminuir su ya de por sí afectada imagen.

Jesús Ortega y Marcelo Ebrard juntos y sonrientes acordando un pacto de unidad el martes, con motivo del relevo en la dirigencia perredista. AMLO y los suyos, se excluyeron de la foto solitos. Claramente Ebrard quiere el control del partido del sol azteca y va ganando terreno.

Por su parte, Javier Corral Jurado, delegado especial del PAN para las elecciones en el Estado de México, amenaza con lo que insinúa será un arma letal que los hará ganar las elecciones por venir: “las redes sociales”. Dice que contra los medios tradicionales con los que el PRI se apoyará para hacer campaña, están los medios alternativos. Habrá que ver cómo los recibirán los usuarios de estos medios que no son para nada, como quienes tradicionalmente son manipulados por la televisión. En esto del Twitter y Facebook, el remedio puede salir más caro que la enfermedad si no saben cómo entrarle. De esta declaración lo importante no es el contenido de la misma, sino resaltar el convencimiento panista de que la alianza se llevará a cabo -“haiga sido como haiga sido”- y es que algo estará acordado ya.

Y para rematar, el líder perredista en el Estado de México, Luis Sánchez se sacó de la chistera lo que le dio el título a esta columna: la posibilidad de postular a un priista como candidato de la eventual alianza PAN-PRD a la gubernatura del Estado de México y afirmó: “Algunos priistas nos han buscado y hemos hablado con algunos que comparten nuestro punto de vista”. Por supuesto, la intención será meter la duda en el corazón priista para ponerlos a pensar quién podría estar haciendo el papel de Judas en ese valle de lágrimas y con eso provocar alguna confusión o precipitación en la toma de decisiones. Es cierto que en otras elecciones los abanderados aliancistas han sido ex-priistas, pero la declaración se siente prematura y mal intencionada. Bluff, bluff y más bluff.

Lo que es cierto es que no hay marcha atrás o por lo  menos eso es lo que demuestran. PAN y PRD están más que convencidos de ir en alianza y la reconciliación con AMLO no transitará, antes de las elecciones en el Edomex. Por lo pronto las corrientes aliadas al tabasqueño, contraatacan pidiendo la sustitución de Manuel Camacho Solís -el poder detrás de Ebrard- arguyendo que éste “juega un activo papel en la promoción de las alianzas con el PAN y ha contribuido a debilitar la unidad de los partidos de izquierda”. Las lanzas están rotas.

Como en todo juego de póker, no hay de otra, lo que esperaremos de los contrincantes será un contrabluff y así se la van a llevar.