“Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho.
Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo”.
(Concepción Arenal)
Muchos son los que celebran la aparición de Andrés Manuel López Obrador para dar a conocer su nuevo “Proyecto alternativo de Nación” el domingo 20 de Marzo en el Auditorio Nacional. Que si se movió al centro, que si ahora sí va en serio, como si las personas y sus intenciones cambiarán de un momento a otro, sólo por la elaboración de un discurso un poco más matizado que los anteriores.
Yo no creo que haya mucho que celebrar. Vimos al mismo líder beligerante que ahora se lanza un poco más arriesgado, mencionando nombres propios, como para recuperar terreno perdido, puesto que esto de mencionar a los villanos por su nombre, da muy buen resultado en nuestro País.
Prometiendo cosas que antes eran impensables en su discurso (como telefonía para televisa y televisión para Slim) y que sólo demuestran ya sea, hipocresía derivada de la debilidad de su figura, o bien, simples mentiras para jalar las simpatías del grupo de empresarios poderosos con el que antes estaba enemistado.
Llama la atención la proclividad de todos los que se dedican al oficio de la polaca -AMLO no es la excepción- para lanzar miles y miles de “que” pero nunca de “como”.
Si bien es cierto que el mexicano tiene memoria corta, lo que no se puede negar es que las afrentas contra la ciudadanía, las incoherencias y la cerrazón a la hora de anteponer sus aspiraciones personales al bienestar común -características del tabasqueño- no se olvidarán fácilmente a la hora de las urnas.
Oportunidad de oro la que dejó pasar para aglutinar a todas las fuerzas en torno de su figura de líder, misma que conservaba hasta poco después de las elecciones de 2006, para que inteligentemente éstas, lo llevaran a ser una carta fuerte en 2012.
Pero su diarrea verbal y sus plantones callejeros y psicológicos lo traicionaron y ahí está, con una popularidad muy poco competitiva; por mucho que al interior de los partidos de izquierda las encuestas indiquen que sigue siendo el preferido, a la hora de sacar la encuesta a las preferencias de los que hacen la mayoría (los que no tienen partido) no le alcanza.
Estratega no fue y se antoja demasiado tarde para intentarlo ser.
Entre sus leales seguidores, seguramente habrá un desconsuelo amargo cuando vean que por mucho que se monte en los dichos de siempre, el grueso de la población ya no irá con él. Será entonces, cuando éstos acepten que le faltó inteligencia a su líder para capitalizar aquel potencial enorme que tenía.
No obstante la veracidad de algunos de sus argumentos desde siempre, el camino que tomó no fue el correcto y quien pagará sus errores, será precisamente el pueblo bueno.
Muy interesante tu artículo al igual que la analogía que presentó José Gutiérrez Vivó, en su ciber-noticiero, con relación a estudiar aplicadamente la formación y el proceder de los candidat@s presidenciales, como lo hace un alumno responsable al prepararse para un examen de grado. El resultado de las futuras elecciones presidenciales no deben ser consecuencia de discursos demagógicos, sobornos, paternalismos, compadrazgos partidarios, ni de la imagen del candidato; sino más bien de la preparación y el interés por parte del votante sobre la formación y la actitud política de quién pretenda sentarse en la silla de los pinos los siguientes seis años en el destino democrático de México.
ResponderBorrarDespierta México,DESPIERTA !!!
Por desgracia para AMLO los mexicanos vimos en acción a Hugo Chavez antes que a él. Ambos personajes sienten que sólo ellos pueden "salvar" a su pais, se sienten dueños de la verdad y tiene la misma paranoia de que quién no esta con ellos esta en contra.No se sienten empleados de sus gobernados(como debe ser)se sienten guías de sus pueblos.Afortunadamente para los mexicanos,AMLO mostro "el cobre" desde el 2006 y fué perdiendo fuerza a medida que la razón lo abandono.Aquí no se discuten sus buenas intenciones que pudiera tener(de verborrea ya estamos curados) es su actitud ante la derrota, ante la crítica, y su cero tolerancia a la frstración. ¿Que ocurrirá ahora que pierda por segunda ocasión(como lo dicen las encuestas)?¿Se volverá loco definitivamente? Y el que pierde es México con la inestabilidad política que esto conlleva.
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