Enchiladas Potosinas

Bien enchiladas las declaraciones de funcionarios norteamericanos después de darse a conocer la noticia que dos de sus agentes fueron atacados a tiros en San Luis Potosí, donde uno de ellos perdió la vida y otro quedó herido.

Ya se venían dando en distintos foros de aquel país declaraciones por parte de importantes políticos, en el sentido de que  México es un estado fallido, débil y que sufría de narco insurgencia. Mientras que otros se dedicaban a desmentirlos y calmar las aguas de este lado. Algo así como un juego para presionar, medir los ánimos y buscar rendijas para entrar y aumentar su injerencia e influencia que ya de por sí es mucha.

Y así se la han llevado, dicen y se desdicen y poco a poco se acercan más.

Vaticinan que la narcoviolencia se desbordará y hasta hacen públicos sus temores (hipotéticos) del riesgo que se corre de que Al Qaeda pudiera en un momento dado unirse a cárteles mexicanos como los “Zetas”, argumento que les encanta para justificar cualquier tipo de acción intervencionista en el futuro. Con Obama o sin él, los gringos siempre serán los gringos.

México en su incapacidad por arreglar la maraña de problemas en la que está envuelto, abre boquetes para que esto ocurra. El gobierno y la diplomacia mexicana están disminuidos y carentes de autoridad moral para exigir a los norteamericanos un alto a su guerra de declaraciones y desprestigio, además de pedirles el reconocimiento de que ellos son parte de algunos problemas.

Están abiertos otros frentes que atacan en muchos sentidos la soberanía y prestigio nacional, ponen a prueba nuestra capacidad como nación para resolver problemas agudos y ponen en riesgo real, inversiones y actividades económicas vitales para el desarrollo de nuestra país.

Es en este clima de adversidades donde se calibra la grandeza de los estadistas y sus equipos de trabajo. ¿Irán a dar la talla?