Definitivo, de los políticos se puede esperar todo. Un giro inesperado toma la historia del atribulado PRD, ahora Cuauhtémoc Cárdenas irrumpe en el concierto de declaraciones. Y saca de balance.
Le regresa el golpe con guante blanco al tabasqueño, de lo que fueron las declaraciones de éste en sentido de insistir a Lázaro Cárdenas Batel para que fuera él quien dirigiera al PRD -del que ahora amenaza con separarse- para exponerlo ante lo militantes perredistas.
No hace mucho el líder moral del PRD, se desmarcaba totalmente de Andrés Manuel López Obrador, mientras que el líder de MORENA, siempre dijo que no se iba a pelear con el heredero del “Tata”, pero hacía caso omiso de sus comentarios y llamados a la cordura en la crisis post-electoral de 2006.
Porque AMLO no sólo mandó a volar a las instituciones, sino también a todos quienes tenían una visión y postura distinta y crítica de sus desplantes, pero ahí tienen a Cárdenas que ahora aconseja entregar la presidencia del PRD nada menos que al aspirante presidencial de 2006 y 2012. Inclusive menciona que aunque AMLO puede poner orden en la casa, eso no significaría que claudicara a una posible candidatura el próximo año.
Sostiene que quienes generan las crisis, también tienen en sus manos la posibilidad de resolverlas y que Ebrard aguantaría vara -habría que preguntarle a él- y que todo estaría muy bien. Raro, ¿no cree?
En la política no hay coincidencias y también puede ser que en algo se hayan puesto de acuerdo los que sin duda son íconos de la izquierda mexicana de nuestros tiempos, pero ante la atmosfera de encono que se ha generado en torno a la polémica de las alianzas; esto insisto, parece más una cachetada con guante blanco.
Y rápido salió el de Tabasco a responder y dijo que no, que su propuesta va más allá del PRD.
Obligado estaba López Obrador a contestar. Cuauhtémoc Cárdenas lo puso de frente a toda la opinión pública que esperaba respuestas, no evasivas. No hay “dedito” que valga ni un “que me den por muerto”, la situación, por tratarse de quien viene, exigió ponerse serio. Y lo está dejando claro el moreno: Si los del PRD saben contar, que no cuenten con él.
Los chuchos por su parte le dijeron a López Obrador: “Al cabo que ni quería” y a Cárdenas: “Mejor no me ayudes compadre”.
Bien dicen:"divide y vencerás",aunque los perredistas no necesitaron quién los dividiera, el hambre de poder de AMLO y la falta de liderazgo de Jesús Ortega hizo pedazos al ya desmoronado PRD. Se escuchaba ya desde hace mucho tiempo hablar de tribus dentro de el partido, las cuales terminaron por fragmentar la única izquierda (con todas sus deficiencias) mexicana. Mientras el PRI se frota aún más las manos al acercarse el 2012 con estas divisiones. Pero no les interesa ni la ideología, ni el partido, ni la izquierda y mucho menos el país. La meta es llegar al poder, acosta de quién sea y como sea.
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