Tocante al reciente tiroteo en Arizona, Estados Unidos, son muchas las voces dentro y fuera de aquel país, que responsabilizan a Sarah Palin como una de las instigadoras a que este tipo de eventos ocurran, arguyendo la interpretación que el autor material de este crimen pudo haber realizado de los dichos y discursos provocadores de ésta.
Es evidente que este evento es y será en los siguientes días utilizado como un buen pretexto por sus adversarios entre los que se encuentra el presidente Obama, para bajar un poco los humos del Tea Party y una de sus cabezas más visibles, la Palin.
Por supuesto, no habrá pruebas para responsabilizarla judicialmente, ni el intento por hacerlo, pero para una parte de la opinión pública norteamericana, será suficiente el linchamiento público.
Y es que la señora se ha venido excediendo en sus declaraciones y discursos, es algo así como la niña boba jugando a la política con temas muy delicados, principalmente porque son tocados ante una sociedad proclive a escuchar llamados divinos y encomiendas suicidas en pro de la supremacía.
Exhibiéndose en “realities” como una alegre cazadora de especies en extinción y tocando a la ligera temas muy delicados como el de la discriminación a ilegales, no se puede esperar otra cosa más que ser señalada como una provocadora.
Un tema que no debe quedar al margen allá, es el de la legalidad en la venta y portación de armas y de paso en su venta indiscriminada a países como el nuestro donde su uso es exclusivo del ejército. Probablemente es lo que Estados Unidos necesita para tocar el tema a fondo, aunque en otras ocasiones no ha pasado, el cúmulo de eventos de este tipo lo podría reavivar.
Sirva esto como ejemplo a los que gustan de discursos incendiarios en nuestro país, que si bien es improbable que lleguen a pisar la cárcel por eso, el desprestigio público seria implacable.
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