Sería imposible e irresponsable intentar adivinar qué se trata de esconder en la esfera pública mexicana, pero debe ser algo verdaderamente grave e importante.
En los últimos días hemos visto como medios de comunicación y autoridades, a toda costa intentan mantenernos ocupados y entretenidos con las noticias que por el tratamiento, desvían toda nuestra atención, no sólo de los asuntos que verdaderamente importan, sino hasta de los trabajos, escuelas y demás deberes en los que hay que estar concentrados al 100%.
Si bien el caso de la detención del delincuente al que apodan “el amarillo” parecía ser un tema más para la polémica, en el que las posiciones se dividían sobre la veracidad de lo comentado por algunos en sentido de que él era fundador del cártel para el que opera o que sólo era un líder de segunda generación, de pronto se decide quitarlo rápidamente de la escena y ofrecer otros temas para la atención pública.
Estos fueron los casos de Kalimba y el JJ, a los que medios noticiosos y de espectáculos les han dedicado tiempo y dinero para el entretenimiento de los mexicanos. No estoy seguro si dentro de las mediciones de los medios, los resultados del manejo de estas noticias, les arrojaron cifras por debajo de lo esperado en lo que respecta a las pretensiones de atraer toda la atención posible, porque, cuando uno creía que las cosas iban a seguir así por un tiempo, aparece Diego Fernández de Cevallos.
No hay que ser adivino para saber que Diego Fernández sabía lo que estaba pasando en cuanto a los temas mediáticos del momento, sin embargo y a pesar de ello; decidió irrumpir con una carta difundida en los medios del País y concediendo una entrevista.
En lo que a mí respecta, considero que la carta fue escrita al vapor, carece de contenido y no aporta nada a lo que muchos mexicanos esperan conocer sobre el asunto de su secuestro. En todo caso, durante la entrevista con Ciro Gómez Leyva, le hace el favor a López Obrador de jalarlo a una posición más visible para la réplica, el debate y la confrontación (añeja) en beneficio de las aspiraciones políticas de AMLO, pero aparte de eso, nada.
¿Por qué le quiso entrar en este momento? ¿Es para diluir su asunto entre los demás escándalos? o ¿Es para meter más ruido en el ambiente y así contribuir con no sé quien o quienes, a mantener por más tiempo ocupado al público mexicano?
Reitero, Diego Fernández de Cevallos sabe cuál es el momento por el que atraviesa la atención pública y como viejo lobo de mar que es, contribuye con más humo por razones especificas. Su aparición no es fortuita. ¿Cuándo iremos a saber qué es lo que se pretende esconder y de parte de quien?
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