Parece que durante el cautiverio de Diego Fernández de Cevallos, se logró establecer una estrecha relación entre él y los “Misteriosos Desaparecedores”, sus secuestradores.
Basta con revisar los acontecimientos y declaraciones de los últimos días para darse cuenta que hasta pudo haber surgido una buena amistad o por lo menos un acuerdo de colaboración.
Digo lo anterior porque al siguiente día de las declaraciones del Jefe Diego en sentido de insistir en que su liberación fue el 20 de Diciembre y no días antes como lo afirmarían algunos medios de comunicación, inmediatamente salieron los “Misteriosos Desaparecedores” a confirmar lo dicho por su secuestrado, en clara solidaridad.
A su vez, los presuntos plagiarios que emitieron la aclaración, se permitieron revelar a la opinión pública, que el secuestrado fue sentenciado a muerte y que mediante una petición del prominente político y abogado, hecha por escrito, fue perdonado.
Y al siguiente día de lo revelado por aquellos, el mismo Fernández de Cevallos les da la razón públicamente diciendo que efectivamente eso pasó.
Independientemente de que sean ciertos los intereses político-sociales del grupo que privó de la libertad a Diego Fernández, no parece coherente que sean ellos quienes salgan a apoyar lo dicho por su antes prisionero, no encuentro en qué puedan ellos salir beneficiados al aclarar el día de su liberación. Sus propósitos, en caso de ser ciertos, no se alteran para bien o para mal en lo absoluto haciendo una aclaración de esa naturaleza.
Por parte del otrora candidato a la presidencia de la república, no se puede explicar y mucho menos creer el síndrome de Estocolmo, sus apariciones en público y su bien trabajada personalidad ante las cámaras de televisión lo desmentirían automáticamente.
Sólo parece un intento por generar más y más humo en el ambiente, con el contubernio o al menos el beneplácito del gobierno actual. Wikileaks sigue revelando información, la más reciente, acerca de la permisividad del gobierno mexicano para que el FBI realizara interrogatorios a inmigrantes indocumentados provenientes de Centroamérica cuando en todo caso, debieron ser las autoridades de nuestro país los encargados de realizarlas. Este es un escándalo pasado de largo por los medios.
Y no olvidemos que Wikileaks tiene en su poder los nombres de unos dos mil titulares de cuentas sospechosos de evasión fiscal, aparentemente todos, personajes muy importantes a nivel mundial y se preparan para revelarlo, no me extrañaría que por ahí venga la cosa.
A la luz de los acontecido tras la "liberación" de Fernández de Cevallos (la llegada peliculesca a su domicilio como si volviera de unas vacaciones, con el cabello recortado y sin huella aparente de sufrimiento alguno, etc. etc.), sus desplantes arrogantes y demás comportamientos muy de él, surje nuevamente la duda acerca de si realmente existió tal "secuestro" o todo ha sido parte de un montaje estratégicamente planeado con fines políticos ????????? De otra manera no se explica uno cómo ahora tal parece que hasta "cuates" terminaron siendo unos y otro justificandose entre sí.
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