Ahí tienen que a la lista de contrastes entre AMLO y Marcelo Ebrard hay que agregarle el reciente nombramiento a este último como el mejor alcalde del mundo, reconocimiento otorgado por la Fundación City Mayors. Y es que es mejor esto que enemistarse con medio México.
El mensaje del editor de la Fundación: (Marcelo Ebrard se ha distinguido cómo), “un reformista liberal y pragmatista que no ha temido enfrentarse a la ortodoxia de México”.
Y porque es muy válido, él y los suyos sabrán cacarearlo a la hora de presentar diferencias para posicionarse como un candidato viable para las izquierdas.
El prestigio y proyección nacional e internacional para un aspirante a la presidencia de cualquier país son muy importantes en este contexto de globalización por el que atraviesa el mundo.
Es evidente que paso a paso, Marcelo Ebrard sigue hablándole a los ciudadanos que no están precisamente del lado izquierdo del electorado mientras mantiene programas sociales y una relativa sensación de mayor seguridad en el D.F. (en comparación con otras entidades), para fortalecer su imagen. Es el espectro que Ebrard quiere conquistar y la estrategia amigable que está siguiendo al menos a la vista, la que lo hace atractivo.
Frente a él, hay retos muy difíciles antes de llegar a ser candidato. Es por eso muy interesante para el estudio, las estrategias que aplique y qué resultados obtendrá antes de que el tiempo se le venga encima.
Por lo pronto y ante este nombramiento, vendrán felicitaciones y criticas.
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