Contradictorios resultan los mensajes difundidos en la prensa por parte de las organizaciones denominadas por el gobierno como delictivas, criminales o del narcotráfico. ¿Es insurgencia criminal o insurgencia a secas? ¿Son estos grupos efectivamente criminales con un disfraz de defensores del pueblo? O ¿el gobierno federal a impuesto los adjetivos antes mencionados para contrarrestar el impacto social que estas organizaciones pudieran llegar a tener ante el descontento popular en zonas más amplias del País? Es difícil, sino imposible, ser contundente en una afirmación. Las cosas no están claras al menos para las personas que no vivimos en zona de guerra, sin embargo, vale la pena revisar algunos de los contenidos que en los últimos días han trascendido en diversos medios con el único propósito de invitarlos a la reflexión.
La Familia Michoacana
No se les olvide que estamos para proteger a la sociedad, afirman.
Señala que no hay que llamar a la policía para detener a alguno de sus integrantes, porque los policías de todo les informan y después les pesará.
En 2009 manifestaron que uno de sus objetivos son “seguir manteniendo los valores universales de las personas, a los cuales tienen pleno derecho. Al erradicar lo que nos hemos propuesto, aunque para esto, desgraciadamente se ha recurrido a estrategias muy fuertes por parte de nosotros, ya que de esta forma hemos visto que es la única manera de poner orden en el Estado y no vamos a permitir que salga de control de nuevo. Apoyar a la gente con despensas, literatura, así como aulas para mejorar la educación de la sociedad: esto dirigido principalmente al área rural, la cual es la más marginada, humillada y sobre todo en la región de Tierra Caliente”.
Los cárteles del Golfo y Sinaloa
“El carro-bomba es contra los secuestradores. Todos los ciudadanos sabemos que los secuestros son cometidos por los mismos policías de Nuevo León, conocidos como poli-zetas, y en algunos casos con ayuda de ellos”
Nuevo León no garantiza la seguridad de sus ciudadanos, en la entidad hay más de mil secuestros que no han sido denunciados por temor a las mismas autoridades, sostienen. Y advierten: “11 carros-bomba más están en espera de ser detonados para hacer justicia a los desaparecidos, por enterados están los policías zetas y funcionarios corruptos”.
Ex Misteriosos Desaparecedores
“En México vivimos inmersos en un clima de creciente violencia destructiva que las mafias del gobierno permiten y fomentan. Las formas de violencia son cada vez más crueles y abominables; el conflicto no sólo ha dejado decenas de miles de personas muertas, sino terror e incertidumbre entre los vivos”.
Diego parecía intocable hasta aquella noche en que su pasado oscuro lo alcanzó y, muy a su pesar, tuvo que responder a algunos de sus actos y verse en el espejo de nuestra mirada que reflejó su hechura de corrupto, prepotente y voraz expropiador, demostrando un hecho fundamental: siempre que como pueblo nos atrevamos a luchar contra la injusticia, no habrá felonía que quede impune”.
1810, 1910, ¿2010?
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