Ante las recientes declaraciones de Carlos Slim: (mi meta) “no es hacer dinero, sino hacer crecer las empresas” “Mi meta es hacer crecer a las compañías, hacerlas eficientes, ver el desarrollo humano de la gente. La meta es que la riqueza sea invertida para generar más riqueza”… ¿Reír o llorar?
Cómo conceder credibilidad a estas declaraciones cuando el pésimo y costosísimo servicio de las compañías telefónicas de las que él es dueño son un tormento para todos los mexicanos, los empleados de esas empresas se quejan amargamente de un incremento en la carga de trabajo, menos personal y menos prestaciones que mejoren su calidad de vida. Y qué decir de las enchiladas Sanborns, ya no son lo mismo de antes.
¿Cómo explicarle a millones de mexicanos que viven con menos de un dólar al día, que un señor con una fortuna calculada en 54 mil millones de dólares dice que es una locura pensar que la felicidad viene de las cosas materiales o la acumulación de objetos?
Es muy respetable amasar una fortuna del tamaño que sea, siempre y cuando ésta sea lícita, pero aún cuando estés en todo tu derecho de expresarte, a veces es mejor no decir nada.
Ofende, cala.
A mi no me cala ni me ofende, porque hay otros que calladitos roban, abusan y explotan a esos mismos ciudadanos desde las cámaras y no se inmutan en dar ni siquiera este tipo de declaraciones.
ResponderBorrarOjalá que Carlos Slim encuentre la manera de hacer que sus palabras se conviertan en obras...YO SÍ SE LO DESEO, a él y a cualquier otro empresario que quiera sensibilizarse a favor de nuestro México y sus habitantes necesitados de líderes y formadores que quieran dar testimonio de que sí es posible a las nuevas generaciones.