(Pasando por Puebla)
Que rápida la manera en que los medios de comunicación inundaron sus titulares con la noticia de la liberación de Diego Fernández de Cevallos dejando en el olvido, al menos de sus prioridades, la tragedia que envuelve a la familia de Maricela Escobedo Ortiz y a la propia Maricela, ahora fallecida.
La preocupante ineficiencia de las autoridades para ofrecer seguridad a las víctimas demandantes de justicia se vio enterrada ante la noticia bomba del regreso a casa de quien ofrece frases quijotescas y da gracias a la virgen y a los a amigos.
Coberturas especiales minuto a minuto, manifestaciones de apoyo y júbilo no se dejan esperar y se apela a la corta memoria de los mexicanos para cambiar de frecuencia. Y lo que viene, los medios peleando por la exclusiva, personajes con ansia de protagonismo declarando cualquier cosa para salir a cuadro y no faltará quien proponga a Diego como posible aspirante a la contienda presidencial en 2012, que de ocurrir, sería escandaloso.
Eso sí, no van a faltar presuntos “ex Misteriosos Desaparecedores” en diversas procuradurías, ya que para fabricar culpables se pintan solos.
Si tan sólo maricela Escobedo hubiera sido Diego, todo el gremio político y mediático se hubiera unido en torno a ella para blindarla, protegerla y resolver a favor su reclamo, vamos, para que todos viéramos un final feliz como el del “Jefe”.
Pero no.
Cómo le habrá hecho Diego para recortarse y peinarse el pelo pero despeinarse la crecida barba?, como queriendo generar más impacto.
ResponderBorrarQué miedo si llega a lanzarse Diego como un candidato presidencial, que ahora sí entiende a los pobres y a los plagiados, que no tiene miedo y que seguirá siendo el de siempre... qué miedo que con lástimas y chantajes caigamos en la trampa del plan B de Carlos Salinas.